ROMA, Italia.- Jefes de Estado y de gobierno y cientos de miles de fieles procedentes de todas partes del mundo asistieron a la inauguración del pontificado de Francisco, el primer papa latinoamericano y jesuita en la historia de la Iglesia católica. "El Vaticano no invita a nadie, pero tampoco rechaza a nadie", dijo en estos días Federico Lombardi, el portavoz de la Santa Sede. Así se explica una larga lista de controvertidas personalidades que presenciaron la ceremonia en Roma, como es el caso del presidente de Zimbabue, Robert Mugabe.

Pese a una prohibición de entrada de la Unión Europea, Mugabe, de 89 años y acusado de violaciones de los derechos humanos y manipulación electoral fue una de las "ovejas negras" de la asunción. Pero no la única. 

Otras presencias llamativas fueron las de los representantes de Arabia Saudí y Afganistán, países que no tienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede.

Siguiendo con los visitantes "incómodos" se puede mencionar al vicepresidente del Senado indio, P.J. Kurien, acusado de participar en una violación en grupo.

Por último, según señala el diario español Elmundo.es, una asistencia polémica, al menos para China, fue la del presidente de Taiwan, Jeou Ma. Sucede que desde la elección de Jorge Bergoglio en el Cónclave que la Santa Sede, Pekín reiteró que deberían romper lazos con Taipei. LA GACETA - Dpa - Elmundo.es