CIUDAD DEL VATICANO- Alegría. Júbilo. Emoción. Luego de que la fumata blanca surgiese de la chimenea de la Capilla Sixtina, la gente presente en la Plaza de San Pedro festejó enormemente el anuncio. Las campanas de la Basílica  han repicado dando la buena nueva al pontífice, que pasará a la llamada sala de las lágrimas para vestirse con sotana blanca y zapatos rojos.

La gente se abraza, llora, y saluda hacia la Basílica donde está el balcón principal engalanado con terciopelo granate y desde el que el nuevo papa se asomará para pronunciar sus primeras palabras como pontífice al mundo. Laicos y religiosos congregados en el Vaticano ondearon banderas de la Santa Sede y de todos los países del mundo, luego de que la chimenea del cónclave anunció la elección del nuevo líder de la Iglesia católica. LA GACETA