En Rosario, Santa Fe, donde residía desde hace varios años, murió hoy Guillermo Oliver, el padre de la Leche Bio. Oliver fue uno de los más prestigiosos referentes del Centro de Referencia de Lactobacilos (Cerela), de la UNT, del cual había sido co fundador.

El investigador tenía 85 años -iba a cumplir los 86 el próximo 8 de febrero- y sufría de una patología ocular que prácticamente lo había dejado ciego. Su salud venía deteriorándose paulatinamente, pero empeoró hace dos meses a causa de una caída. En Navidad había sufrida una descompostura.

Estos cuadros se repitieron y hace unas semanas había sido internado. La última visita que había hecho a Tucumán fue en 2011, cuando la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia -de la que fue docente- le rindió un homenaje. LA GACETA ©