Por novena vez consecutiva, el hombre en quien el gobernador, José Alperovich, más confía en el Concejo capitalino seguirá al frente del cuerpo. Como diría el canario José Vélez, el alperovichista Ramón Santiago Cano presidirá la mesa de conducción "por un año más".
En esta oportunidad no hubo discusión previa a la hora de elegir a las autoridades del cuerpo. Los dos espacios peronistas de poder en el Concejo acordaron no avivar sus diferencias y evitar roces hasta, por lo menos, el próximo año, cuando la maquinaria electoral se ponga en marcha otra vez, a raíz de las elecciones de diputados nacionales.
Cano será ungido presidente, en tanto que el amayista Eloy del Pino continuará al frente de la vicepresidencia primera. El alperovichista Luis Marcuzzi seguirá ocupando la vicepresidencia segunda del cuerpo.
Tampoco habrá modificaciones en las comisiones de trabajo. Los puestos claves en Hacienda, Obras Públicas, Transporte y Peticiones y Poderes seguirán siendo ocupadas por Ignacio Golobisky (alperovichista), Oscar Cano (amayista), Esteban Dumit (alperovichista) y Del Pino (amayista), respectivamente.
Nuevamente, la oposición quedó relegada de ocupar un lugar en la mesa de conducción. La última vez que dos opositores fueron nombrados autoridades del Concejo fue en 2004. Ese año, Cano se impuso en votos a la alperovichista Carolina Vargas Aignasse, quien presidió el cuerpo en 2003. Cuando el dirigente camionero fue electo en 2004, el radical, José Luis Avignone, y el por entonces bussista, Miguel Brito, fueron electos vicepresidente primero y vicepresidente segundo.
La intentona amayista
Los comicios de agosto de 2011 fueron positivos para el amayismo. La buena performance que logró el acople que encabezó Germán Alfaro en la capital y su esposa Beatriz Ávila en la Legislatura, le dieron un plafón al amayismo para sentarse a negociar cargos en el Concejo. Pero la orden de la Casa de Gobierno fue sostener como presidente a Cano y otorgarles a la vicepresidencia primera a Golobisky, ambos alperovichistas, y la segunda, a Avignone, de la oposición. El objetivo del alperovichismo era que el amayismo se quede sin lugar en la mesa directiva del cuerpo.
Para no quedar tan mal parado, el intendente Domingo Amaya planteó, entonces, que su sector merecía un lugar en la mesa de conducción. En efecto, el partido Tucumán para la Victoria, un acople amayista, consiguió sentar tres concejales: Alfaro, Del Pino y Elsa Arias, y sacó 32.048 votos (fue el partido más votado en esta ciudad), contra los 27.854 que logró el alperovichista Frente Provincial que también logró tres escaños, los de Cano, Javier Morof y María Elena Cortalezzi, y fue el segundo partido más votado. Finalmente, Alperovich cedió y la mesa de conducción del Concejo Deliberante quedó conformada por dos alperovichistas y un amayista.
El miércoles, cuando sesione el Concejo, el oficialismo votará "a libro cerrado" al trípode conformado por Cano, Del Pino y Marcuzzi.