Los vendedores ambulantes que suelen trabajar en el parque 9 de Julio sitiaron esta mañana la sede municipal, y amenazan con realizar una ruidosa protesta el domingo, cerca de ese paseo.

Aunque el intendente Domingo Amaya anunció que se permitirá la venta de juguetes, alrededor de 170 puesteros exigen que también se autorice la venta de comidas y golosinas, situación en la que que la Municipalidad no estaría dispuesta a ceder.

Esta mañana, los vendedores quemaron cubiertas y tiraron bombas luego de que el domingo pasado tuvieran problemas para instalar sus puestos. LA GACETA ©