BUENOS AIRES.- La cantidad de fuentes de información disponibles y el aporte de las redes sociales de internet llevaron a que muchos medios de comunicación, de televisión, de radio y de internet, nos precipitáramos en informar la muerte del animador, Juan Alberto Badía.

Anoche se conoció que el conductor había sufrido un paro cardiorespiratorio y que su vida pendía de un hilo. Sin embargo, numerosos medios de prensa divulgamos que había fallecido y la noticia se propagó rápidamente. Lo publicamos varios portales, mientras algunos programas de televisión ponían al aire imágenes sobre su carrera.

De inmediato, la familia del locutor aclaró que no había muerto por el paro cardíaco, sino que se encontraba en grave estado en una clínica de la localidad bonaerense de Pilar. Con el correr de los minutos, los medios tuvimos que rectificar la información. Finalmente, a la medianoche, los familiares confirmaron el deceso. (Especial)