Cuando el niño cae con el peso de su cuerpo sobre la mano abierta y el codo extendido se produce la llamada fractura supercondílea: el cúbito (antebrazo) empuja el extremo distal del húmero (brazo) y lo rompe. Se trata de una de las lesiones más graves que sufren los niños en el miembro superior.

También puede ocurrir que el niño se caiga sobre el codo cuando este se encuentra en flexión. Este tipo accidente es común durante la práctica de deportes.

El problema -según explicó el traumatólogo infantil, doctor Carlos Alberto Juárez- es que habitualmente se lesionan los nervios de ambos lados del codo, por donde pasa la vitalidad misma de la mano.

"Esta lesión es gravísima. Los padres no dudan de la gravedad porque el niño queda aterrorizado de dolor, se le hincha mucho el codo y está en riesgo la vida de la mano por el daño arterial y nervioso. Este problema se resuelve quirúrgicamente con anestesia general, ya que hay que unir con dos clavos la fractura del húmero", precisó el docente de la UNT.

Se trata de un accidente que es muy frecuente entre los 3 y los 12 años, porque en esta franja etaria los niños tienen muchísima actividad. La lesión se produce, generalmente, cuando los niños se caen en los peloteros, del caballo, de una pirca, de los árboles, etcétera. Muchas veces el impacto es tan fuerte que las fracturas son expuestas: el hueso rompe la fibra muscular y la piel y sale al exterior produciendo heridas sangrantes.