ATENAS.- La operación de canje de deuda concluyó y hay satisfacción en el gobierno griego y en el mundo de las finanzas. Pero en las calles de Atenas, apesadumbrados griegos decían que el canje era una farsa que impondría aún más austeridad sobre un pueblo ya castigado por fuertes recortes salariales y a las pensiones. "Esto traerá más penurias para las personas humildes, para nosotros, los trabajadores que todos los días debemos salir en busca de nuestro sustento", expresó un hombre que se moviliza en bicicleta.

Cifras publicadas ayer subrayaron la profundidad de los problemas de Grecia, al mostrar que la economía se contrajo un 7,5% en 2011. Las reformas demandadas por la UE y el FMI, junto con los fuertes recortes del gasto fiscal, han provocado serios disturbios en Atenas y han llevado al desempleo a superar el 20% en el quinto año de recesión del país. (Especial)