"Los medios de comunicación en general se usan con un fin específico; el consumidor o la audiencia seleccionan el medio y los contenidos según sus necesidades, hay quienes prefieren informarse y otros entrenerse. De cualquier forma los medios juegan un rol prepoderante en la difusión de modelos para los jóvenes", sostiene Lucas Colmenares analista de audiencias.

"Por ejemplo a quienes les gusta la televisión ven series porque les gusta identificarse con la realidad en ellas representada", agregó el experto.

Según Colmenares, los hombres de clase social alta suelen ver programas de actualidad, informativos, deportes y concursos; mientras que las mujeres con un nivel de educación bajo, de una clase social inferior y que no trabajan, ven más televisión que los anteriores y ven series, películas y programas infantiles. "La tercera edad ve todo tipo de programas, y junto con las personas de menor nivel intelectual, son los que más tiempo ven la televisión, porque es su forma de entretenimiento y es su medio preferido de ocio. Gran parte de los adultos utilizan la televisión a falta de compañía para no sentirse tan solos. También hay otras actividades sociales para estos usos, como los hobbies, los amigos, la familia, etcétera", enfatizó Colmenares.

"Por eso la televisión, debido a su influencia y a su capacidad para llegar a todos los públicos, es un medio de comunicación cuya manipulación entraña no pocos peligros", sostiene la licenciada Mariana Cano Crespo.

La psicóloga dice que "todas las ventajas que hipotéticamente podrían atribuírsele a la TV son claramente infrautilizadas en las emisiones reales". "Su papel educativo es casi inexistente, y los creativos lo confunden en demasiadas ocasiones con una función moralizante o unificadora (en el sentido de anular las características individuales del pensamiento de cada uno). Me niego a creer que estos creativos no sean conscientes de la influencia y la capacidad que tienen para crear o modificar la reacción de la opinión pública", dijo.