LÍDERES NEGATIVOS.- "Los líderes, ídolos o modelos que se eligen por sus cualidades de sobresalir en el grupo son negativos la mayoría de las veces, porque les fomentan pasar horas en la computadora, a veces son violentos, otros adictos a los psicofármacos o las drogas, violentos, transgresores carentes de límites, y por tanto conducen o inducen a los más débiles a repetir estas conductas", opinó la psicopedagoga Elena Noemí Robles.

JUVENTUD DE MODA.- "En los 90 la juventud se puso de moda en España. Sorprendentemente, los adultos convirtieron a los jóvenes de esa década en sus modelos de identificación y de conducta. Rompiendo o, mejor, trastocando el papel tradicionalmente asignado a las edades, por entonces fueron los adultos quienes, a diferencia de las generaciones precedentes, imitaron y corrieron tras los jóvenes, y no al revés, como normalmente siempre aconteció", contó Isaías del Río, un madrileño radicado en Tucumán desde hace 13 años.

CAMBIO DE TÁCTICA.- "Si los años 60 se distinguieron por la rebeldía y la confrontación radical, el desengaño y el pasotismo caracterizaron a los 70. Y no es que la juventud abandonó en esta década su actitud contestataria sino que cambio de táctica ante la adversa situación. Los jóvenes de esa generación, sin renunciar al disentimiento, enterraron el hacha de guerra y comenzaron a negociar un consenso civilizado con los adultos. Y por ello con la generación de los ochenta se llegó ya a una coexistencia pacífica", testimonió Norberto Barrera, abuelo en la actualidad.

LA TENSIÓN.- "Hoy la tensión y la conflictividad entre padres e hijos, sobre todo en el segmento más joven -15 a 17 años-, está en problemas que surgen por el roce o la disciplina del vivir cotidiano. Las discusiones o broncas en casa vienen por la hora de llegar, por la colaboración en las tareas domésticas, los estudios, la hora de levantarse", explicó Sonia Edith Romero, psicóloga.