La Fiscalía de Estado, la Dirección de Tierras y Bosques y la Policía de Santiago del Estero, realizaron el jueves un operativo conjunto en la localidad de Copo, ubicada a 380 kilómetros de la capital santiagueña. Allí se habrían detectado unas 7.500 hectáreas presuntamente usurpadas por empresarios tucumanos.

El diario "El Liberal" de la vecina provincia precisó que se trata de una extensión de tierras fiscales que el Estado santiagueño había recuperado en 2007 mediante un juicio, debido a que, según el matutino, mediante falsificación de escrituras y de asientos registrales eran reclamadas como propiedad por un particular de la provincia de Buenos Aires.

El procedimiento ocurrió en las colonias Virgen del Carmen y Los Tigres, en el distrito La Candelaria. Hasta ese lugar llegó el fiscal de Estado santiagueño, Raúl Abate quien, además, involucró a casi 20 vehículos, a algunos helicópteros y a más de 70 personas, entre funcionarios de distintos organismos y policiales.

"El objetivo fue ejecutar una orden judicial emanada por el Juzgado Civil y Comercial de la Cuarta Nominación, a cargo de Fernando Curet, quien dispuso el lanzamiento de cualquier ocupante o persona que se encuentre en esta propiedad", explicó Abate al programa "Noticiero 7".

Según Abate, el principal sospechoso sería el tucumano Dante Chiarello. (Ver "Haremos...")

La Fiscalía de Estado adelantó que accionará judicialmente contra los responsables de los supuestos delitos de usurpación de propiedad pública e intento de estafa.

En el lugar se detectó la presencia de seis hacheros (dos mayores y cuatro menores), quienes afirmaron haber sido contratados por otro hombre. Los funcionarios se dieron con que las tierras habían sido alambradas. Ante ello, levantaron carteles en los que se consigna: "Prohibido pasar. Propiedad del Gobierno de la Provincia de Santiago del Estero".

Según el material periodístico publicado en la edición de "Diario Panorama", los supuestos apropiadores mantenían a trabajadores en situación de esclavitud, entre ellos menores.

Precariedad

Asimismo, un video (disponible en LAGACETA.com) muestra que los trabajadores vivían en una especie de tienda de campaña sumamente precaria, hecha con un plástico negro que cubría una estructura de palos.

Colgados sobre unos árboles, y para que los animales salvajes no los consuman, había pedazos de carne cubiertos con sal o pimienta (tradicionalmente conocidos como "charqui").

Benjamín, un campesino interrogado por el periodista del noticiero, contó que les pagan por cada poste que instalan. "Cobramos, entre $ 70 y $ 80 por día". Otro obrero detalló que también trabajan adolescentes desde los 16 años.