CÓRDOBA.- El ex presidente de facto Jorge Rafael Videla fue condenado ayer a prisión perpetua por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº1 de la ciudad de Córdoba por considerarlo culpable de crímenes de lesa humanidad perpetrados durante el último gobierno militar, entre 1976 y 1983.

Videla, de 85 años, fue hallado culpable de los delitos de imposición de tormentos, homicidios perpetrados con alevosía y tormentos seguidos de muerte a 31 presos políticos en la provincia de Córdoba. El tribunal ordenó su inmediato alojamiento en una unidad carcelaria común del Servicio Penitenciario Federal, sin contemplar el beneficio de la prisión domiciliaria por su avanzada edad.

El ex jefe del III Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, fue condenado también por los jueces Jaime Díaz Gavier, Carlos Lazcano y José Pérez Villalobo a la pena de prisión perpetua. En este caso Menéndez será evaluado por una comisión médica, ya que fue internado en varias oportunidades durante el juicio oral. Esta fue la quinta condena a prisión perpetua recibida por Menéndez por graves violaciones de los derechos humanos durante la dictadura. Ambos fueron juzgados junto con otros 29 acusados por delitos de lesa humanidad.

En el debate se unificaron dos causas, una que investigó crímenes cometidos en la Unidad Penitenciaria Nº 1 de Córdoba. En la otra, conocida como "Gontero", se investigaron los secuestros e imposición de tormentos en perjuicio de seis víctimas, que fueron detenidas y trasladadas a la sede del Departamento de Informaciones Policiales, luego a las instalaciones que el III Cuerpo de Ejército disponía en el campo "La Rivera" y finalmente a la Unidad Penitenciaria Nº 1.

Aplausos y llantos

La sentencia del Tribunal Oral Federal fue recibida con aplausos y llantos de familiares de las víctimas en la sala de audiencia. Cientos de personas siguieron también la lectura del fallo frente a los tribunales, donde se congregaron con pancartas y siluetas humanas que representan a los 30.000 desaparecidos durante la gestión militar, según estimaciones de los organismos de derechos humanos.

En sus últimas palabras ante el tribunal, Videla volvió a reivindicar el accionar del gobierno militar en la "guerra justa" que fue "iniciada por las organizaciones terroristas contra las instituciones del Estado argentino".

El dictador se declaró un "preso político" y anticipó que aceptaría bajo protesta la "injusta" condena "para la concordia de nuestro país, como un servicio más".

Según el criterio de la defensora oficial de Videla, condenar a los acusados a una pena a perpetuidad era similar a imponerles la pena de muerte. "Si bien no existe la pena de muerte se los está encerrando hasta que se mueran", dijo la defensora Natalia Bazán, al pedir la absolución por cosa juzgada. (DyN-NA-Especial)