Tres adolescentes heridos, siete demorados por la policía y una alumna del Colegio Nacional descompuesta y llevada al Centro de Salud, fueron los resultados de la yuteada masiva que realizaron los alumnos secundarios de Tucumán, en la mañana de ayer. Luego, por la tarde, el faltazo adquirió ribetes policiales (ver nota aparte).
A lo largo de la toda la jornada, el escenario fue, una vez más, la plaza Independencia, que al mediodía había sido invadida por unos 2.300 adolescentes, según estimó la Policía.
Ya desde temprano se intuía que algo iba a suceder. La guerra -aparentemente inocente- de cánticos y batucadas entre los alumnos de la Técnica Nº 2 y la Técnica Nº 3 se convirtió, en menos de una hora, en un enfrentamiento campal. De los estribillos pasaron a los gritos, luego a los insultos hasta que voló una botella, tras lo cual se interpuso entre los dos bandos una de las agentes de la Patrulla Urbana.
A los pocos minutos, hubo otras "corridas", y Pancho, un alumno de la Técnica Nº 2 terminó en el suelo recibiendo patadas en la cara. Fue atendido por personal del Siprosa.
También fue atacado un joven cerca de la iglesia Catedral, que fue herido en el ojo izquierdo como consecuencia de un puñetazo. El chico corrió y se ocultó en una casa de fotografía. La policía rodeó en ese momento la plaza con más de 20 efectivos, para "prevenir desórdenes", según respondió a LA GACETA el oficial de Infantería, a cargo de la seguridad, quien negando lo ocurrido, repetía que no había pasado nada, que hubo algún forcejeo y nada más. Pero de hecho, siete muchachos fueron sacados de la plaza por agentes de civil y llevados en una camioneta policial en calidad de demorados hasta que que sus padres fueran a buscarlos.
"No sé cómo fue pero estas dos escuelas ya se tenían jurada. Además se mezclan cosas personales", dijo una de las estudiantes que llegó a la plaza después del acto escolar por el 25 de mayo. Si bien la mayoría eran alumnos de escuelas públicas, también hubo numerosos estudiantes de colegios privados.
El jueves se había realizado la yuteada previa, con más de 500 chicos. En esa oportunidad, en horas de la tarde, una joven también resultó con el rostro lastimado como consecuencia de una pelea entre mujeres de distintos colegios. "Se tiraron la bronca, y la patotearon", aseguraron alumnas del Instituto San Miguel, que no participaban en la yuteada, sino que, como como todos los viernes, se concentraron con sus amigas. "Es una estupidez, sin otro objetivo que el de competir con los de Mendoza, que fueron más de 4.500; no tiene sentido", opinó Chyntia.
"Nos recomendaron no tomar alcohol y que no nos tiremos la bronca con nadie. Aparte de lo que pasó, todo estuvo bien, y fuimos más de 2.000. El viernes que es la yuteada nacional la rompemos toda", auguró un grupo de la Técnica Nº5.
Aunque evaluaron que la yuteada colectiva "fue un éxito", muchos dijeron que la previa les jugó en contra porque puso en aviso a los padres. "Muchos hablaron a la escuela para decir que sus hijos estaban en casa y que nos los mandaban para evitar que se hicieran la yuta", contó un alumno.
La ministra de Educación, Silvia de Temkin, dijo que no habrá sanciones para los yuteros, pero que sí se aplicarán las faltas que son injustificadas. "El problema es que si tienen exámenes el próximo viernes, y no están presentes los alumnos, no podrán recuperar", advirtió la funcionaria.
Diego Toscano, docente de un establecimiento privado que estuvo en la plaza, opinó que aunque los objetivos de esta manifestación no están claros, en el fondo, "son parte de la rebeldía juvenil que demanda muchas cosas, entre ellas igualdad y contención". El docente, que realiza una investigación sobre las yuteadas en Facebook, evaluó que quienes participaron "no son chicos de colegios privados de clases acomodadas, sino de escuelas públicas y de colegios pobres. "Usan el facebook para conectarse porque, aunque no lo digan, se sienten discriminados respecto de los demás", concluyó Toscano.