Faldas cortas y cabellos desaliñeados. Miradas traviesas y voces elevadas. Cada viernes, después del mediodía, la 25 de Mayo se ve invadida por decenas de estudiantes que confluyen en esa arteria, desde Córdoba y hasta Santiago. ¿El motivo? Encontrarse, divertirse y cortejar. La semana pasada, LA GACETA estuvo ahí y registró las opiniones de los chicos y el intenso flujo peatonal. También habló con los comerciantes, que se quejan por los desórdenes.  LA GACETA ©