MADRID.- La tensión latente entre Gabriel Milito y Jorge Valdano, una historia que lleva casi siete años, estalló este fin de semana cuando el jugador se cruzó en una tensa discusión con el director general de Real Madrid. Todo indica que hubo una acalorada discusión cerca de la zona de vestuarios.
"No pasó nada", dijo Valdano, que -según testigos- intentó calmar los ánimos y evitar la discusión. Lo mismo hizo Josep Guardiola, entrenador de Barcelona.
El enojo de Milito se basa en dos hechos. En 2003, Valdano le cerró la puerta de Real Madrid a causa de los problemas en las rodillas del jugador. Y el año pasado sostuvo: "desgraciadamente, con el paso de los años aquel diagnóstico se reveló como real".
Según Valdano, no tuvo más alternativa que confiar en el diagnóstico del cuerpo médico del club. "Milito no puede fichar en Real Madrid porque esa rodilla no aguantar tres partidos a la semana", le dijeron los especialistas.
Milito llevaba guardada muy adentro su rabia por el trato que recibió de Real Madrid. Tan evidente fue que el sábado, al abandonar el campo de juego a causa de un calambre, se retiró con lentitud, sonriente, apretando los puños y celebrando en dirección a los escasos hinchas de Barcelona en el "Bernabéu". Leo Messi, gran amigo de Milito, intentó calmarlo y acelerar su salida del campo de juego. (DPA)