Se logró parte del objetivo: estar en las semifinales y, además, se pudo corregir la imagen. Tucumán le jugó a Salta con inteligencia y la estrategia funcionó. Apareció como un equipo sobrio, que corrigió algunos detalles. Queda claro que contra Córdoba habrá que ser más fino en algunos aspectos. El control y la obtención es importante, pero hay que generar mas situaciones para anotar. Lo fundamental es que se demuestra que se puede ampliar el volumen de juego. Los delanteros tienen buena actitud, saben someter al rival y le hacen sentir el rigor. Lo que no ha logrado hasta el momento es la continuidad en el juego a lo largo del partido. El dominio sobre el adversario y la dinámica no duran la cantidad de minutos que se necesitan para asegurar triunfos que no solo sirvan para pasar a la siguiente ronda, sino que se cubran las expectativas que genera el equipo por las individualidades que tiene.