Un fenómeno geológico de proporciones épicas está transformando el mapa del mundo. El Sistema de Rift de África Oriental, una fractura gigante que ya se extiende por 6.400 kilómetros, está separando lentamente las placas tectónicas Somalí y Nubia. El resultado final será drástico: el nacimiento de un nuevo océano y la desintegración parcial del continente africano.
Aunque los cambios geológicos suelen ser imperceptibles, hay momentos en que la Tierra ruge con fuerza. En 2005, una grieta de 60 kilómetros se abrió súbitamente en Etiopía; en apenas minutos, el suelo se desplazó dos metros, un movimiento que normalmente tomaría cientos de años.
Un nuevo océano "tan profundo como el Atlántico"
El avance de esta grieta no solo divide tierra, sino que invita al mar. El profesor Ken MacDonald, de la Universidad de California en Santa Bárbara, advierte que si la fractura continúa ensanchándose (a un ritmo de 1,27 cm por año), las aguas del Océano Índico terminarán por inundar el Valle del Rift.
Este proceso crearía una masa de agua que, con el tiempo, podría alcanzar profundidades similares a las del Océano Atlántico, aislando porciones enteras de tierra que hoy conocemos como parte de África continental.
¿Qué pasará con Madagascar?
La fractura no se detiene en la costa. Los investigadores plantean que esta separación eventualmente dividirá la actual isla de Madagascar en dos atolones separados, redibujando por completo la geografía del Índico.
¿Por qué se está rompiendo la tierra?
La ciencia aún intenta descifrar el motor exacto detrás de esta división. Sin embargo, un estudio publicado en el Journal of Geophysical Research apunta a un fenómeno conocido como el "Superplume Africano".
¿Qué es? Se trata de un afloramiento de roca caliente y flotante que emana desde lo profundo del núcleo terrestre.
¿Cómo funciona? Estos flujos circulares de roca fundida actúan como una "palanca" térmica que empuja las placas hacia afuera, estirando la corteza terrestre hasta que se quiebra.
Un futuro incierto y fascinante
A pesar de la magnitud del evento, los científicos mantienen la cautela. "Lo que no sabemos es si esta ruptura continuará al ritmo actual para separar el continente africano y abrir una cuenca oceánica", explica MacDonald.
Lo que sí es seguro es que estamos siendo testigos del nacimiento de un nuevo orden geológico. Aunque nosotros no veamos el resultado final, la Tierra ya ha decidido su próximo gran movimiento.