El Gobierno nacional dispuso una flexibilización en las restricciones cambiarias aplicadas a inversores no residentes que buscan transferir valores negociables al exterior. La medida apunta a otorgar mayor previsibilidad y dinamismo a las operaciones financieras vinculadas a títulos públicos argentinos, especialmente en contextos de reinversión.

La iniciativa quedó oficializada mediante la Resolución General 1093, publicada por la Comisión Nacional de Valores (CNV). La normativa habilita a los inversores extranjeros a superar el tope diario de $200 millones para la transferencia al exterior de bonos emitidos por el Tesoro Nacional, siempre que estos provengan de la reinversión de servicios de otros títulos públicos pagaderos en pesos. 

Para beneficiarse de esta dispensa, los bonos originales deben tener al menos 180 días de vigencia desde su emisión y haber sido suscriptos en colocaciones o licitaciones primarias.

Según la CNV, esta excepción busca fortalecer la confianza de los actores financieros internacionales y garantizar un marco operativo más estable para los movimientos de capital. La estrategia se alinea con los objetivos del organismo de apuntalar el funcionamiento del mercado de capitales y reducir fricciones innecesarias.

“Eliminamos restricciones de manera constante, en línea con la política del Gobierno Nacional y los objetivos de nuestra gestión”, afirmó el presidente de la CNV, Roberto Silva. Y agregó: “Hace casi dos años nos propusimos impulsar la normalización del mercado de capitales. Hoy lo seguimos cumpliendo, removiendo trabas que obstaculizan la operatoria”.

Impacto en el mercado y en los flujos de capital

El organismo aclaró que la excepción no alcanza a operaciones que no cumplan estrictamente con los requisitos de reinversión, lo que deja claramente delimitado el universo de beneficiarios. La medida fue justificada en los considerandos de la resolución como una herramienta para mejorar las condiciones de reinversión de los flujos derivados de títulos públicos y reconocer el rol de los inversores extranjeros en el desarrollo del mercado local.

Al permitir un mayor margen operativo, la flexibilización podría incentivar la participación de fondos internacionales y administradores de portafolios, al ofrecer reglas claras y procesos más ágiles para operar en un mercado emergente como el argentino. A la vez, contribuye a estimular la demanda de instrumentos del Tesoro en próximas licitaciones, fortaleciendo su financiamiento en pesos.

En términos generales, la decisión se interpreta como un paso más en la estrategia oficial de normalizar el mercado de capitales y mejorar las condiciones para la llegada y permanencia de capitales externos, en un contexto global donde los inversores buscan rendimiento y diversificación.