Con la Copa Libertadores 2026 como anhelo, la calculadora volvió a escena en River. El empate 1-1 frente a Vélez y la victoria de Argentinos en la última fecha depositó al "Millonario" al cuarto lugar en la tabla anual, en zona de Copa Sudamericana. Es por eso que River volvió a mirar de reojo todas las combinaciones posibles para no quedarse afuera de la máxima cita continental. Entre esos escenarios, aparece uno tan incómodo como real: que Boca salga campeón del Clausura podría terminar favoreciendo a los de Nuñez.
Por el momento, lo cierto es que River aún depende de sí mismo. El equipo de Marcelo Gallardo todavía tiene una vía directa para meterse en la fase de grupos de la Libertadores: ganar el Torneo Clausura. El problema es que, en medio de un presente irregular, con dificultades para sostener rendimientos y para imponerse sobre rivales que hoy lo incomodan más de lo previsto, ese camino se volvió empinado. Por eso, empiezan a tomar fuerza las alternativas.
Si el "Millonario" no logra consagrarse, necesita que alguno de los tres equipos que hoy lo superan en la tabla anual (Rosario Central, Boca o Argentinos Juniors) se quede con el Clausura. ¿Por qué? Porque liberan un cupo para la Libertadores y empujan al conjunto riverplatense al repechaje. No es el escenario ideal, pero es una puerta que se abre.
Hay una opción más remota, casi de ciencia ficción: que Lanús gane la Sudamericana y el torneo local. Recién ahí podría habilitar otro casillero para los de Núñez. Pero todo parece demasiado condicionado.
En este rompecabezas, la posibilidad de que Boca sea campeón aparece como una paradoja difícil de digerir para cualquier hincha "millonario", pero imposible de negar desde la lógica matemática. Si el “Xeneize” levanta el Clausura, se ubicaría automáticamente en el tercer puesto de la tabla anual y, en esa maniobra, arrastraría a River al repechaje de la Libertadores. Es decir: lo ayudaría sin quererlo.
Claro que nadie en Núñez va a celebrar un título de su rival eterno. Pero la realidad es que, frente a un escenario que se achica semana a semana, una vuelta olímpica azul y oro podría terminar dándole aire al equipo del “Muñeco”.
Por ahora, los números dicen que River está entrando a la Sudamericana. Para cambiar ese destino necesita ganar o, aunque suene a herejía para parte de su gente, esperar una mano de los que hoy lo miran desde arriba.