La temporada todavía no terminó, pero Franco Colapinto ya dejó instalada una idea que moviliza al automovilismo argentino: la posibilidad concreta de volver a ver un Gran Premio de Fórmula 1 en el país después de casi tres décadas. El piloto de Alpine, que este fin de semana confirmó su continuidad en la escudería para 2026, aprovechó su presencia en Brasil para hablar de un deseo que acaricia desde que comenzó su carrera: competir frente a su gente en suelo argentino.
El anuncio de su renovación coincidió con una escena que lo conmovió. En Interlagos, cientos de fanáticos argentinos lo recibieron con banderas, cánticos y felicitaciones por su permanencia en la máxima categoría. Ese clima, según reconoció, reavivó con más fuerza su ambición personal. “Correr en Argentina sería uno de mis grandes sueños. Imagino lo que sería un fin de semana de Fórmula 1 con toda la gente alentando y creo que ni la categoría dimensiona ese potencial”, comentó en diálogo con la prensa internacional.
Aunque la ilusión es grande, el regreso dependerá de un proceso complejo. Desde hace meses existen negociaciones para que Buenos Aires retorne al calendario, con la mira puesta en 2027, año en que el autódromo Oscar y Juan Gálvez tiene previsto recibir también al MotoGP. Para lograrlo, está en marcha un ambicioso plan de remodelación que incluye cambios sustanciales en el trazado. Esos ajustes, sin embargo, despertaron dudas en Colapinto, que conoce bien el circuito histórico. “Vi algunas imágenes y no me convencen del todo. Me da la sensación de que quedó más parecido a un circuito de motos que a uno para Fórmula. Tendrán sus razones, pero mientras la Fórmula 1 vuelva a Argentina, no importa en qué pista corramos”, expresó.
El anhelo de un GP en el país tiene historia. Desde 1953 hasta 1998 se disputaron 21 ediciones del Gran Premio de la Argentina, siempre en el Gálvez y en distintos períodos marcados por interrupciones. Juan Manuel Fangio fue el único piloto nacional en ganarlo, con cuatro triunfos que aún permanecen como un hito del automovilismo local. La última carrera, en 1998, quedó en manos de Michael Schumacher, en una jornada que, sin saberlo, se convertiría en la despedida de la máxima categoría del país.
Hoy, con un argentino dentro de la parrilla después de 23 años, el sueño recobra energía. Colapinto, que completará su primera temporada completa en 2026, entiende su rol como catalizador de ese proceso. “Trato de no hablar demasiado porque sé que no es sencillo, pero para mí sería increíble. Sería la posibilidad de cumplir un sueño y compartir algo único con toda la gente de Argentina”, afirmó.
Mientras avanzan las obras en el Gálvez y las tratativas continúan, el piloto de Pilar sabe que su figura se convirtió en un motor emocional para un proyecto que aún no tiene fecha confirmada, pero que ya despierta entusiasmo. El automovilismo argentino, que hace años espera un salto de magnitud, observa de cerca al número 43 de Alpine, que no oculta su deseo: traer de vuelta la Fórmula 1 al país donde comenzó todo.