En una noche cargada de movimientos políticos, Javier Milei y Mauricio Macri se reunieron este viernes en la Quinta de Olivos, en medio de un clima de reacomodamiento interno tanto en el Gobierno nacional como en el PRO. La cena, que se extendió por casi dos horas, coincidió con la confirmación de la renuncia de Guillermo Francos como jefe de Gabinete, oficializada a las 21, y con el alejamiento del ministro del Interior, Lisandro Catalán.
El encuentro se produjo pocos días después del triunfo electoral de La Libertad Avanza en las elecciones nacionales. La anterior reunión entre ambos dirigentes había ocurrido el 3 de octubre, cuando todavía se definía la lista bonaerense del oficialismo y se confirmaba la postulación de Diego Santilli como primer candidato.
Fuentes del PRO admitieron que Macri llegó a Olivos con un objetivo claro: evaluar la continuidad de la alianza con Milei. “Mauricio quiere ver si van a mantener las palabras, quiere tener la tranquilidad de que va a continuar la alianza”, adelantó un dirigente cercano al ex presidente antes del encuentro.
Sin embargo, el panorama político cambió drásticamente en las horas previas. Siete diputados del PRO, identificados con el sector de Patricia Bullrich, anunciaron su pase al bloque de La Libertad Avanza, en un movimiento que agitó las aguas internas del macrismo.
El primero en hacerlo fue Damián Arabia, quien justificó su decisión con un mensaje en X: “Creo en el cambio profundo y en las ideas de la libertad. No se trata de sellos ni de colores, se trata de convicciones y nitidez. Por eso me sumo al bloque de La Libertad Avanza, para dar la batalla por las reformas que van a sacar a la Argentina adelante”.
A su paso se sumaron Sabrina Ajmechet, Silvana Giudici, Marilú González Estevarena, Carlos Almena y Laura Rodríguez Machado, según confirmó TN.
Desde el entorno de Macri, la reacción fue inmediata y con tono crítico. “El que se va, no vuelve. No tienen red de contención los de LLA. Si te tienen que tirar a la basura, te tiran. Es una carnicería”, expresó un dirigente del PRO. Otros, incluso, apuntaron al propio oficialismo como instigador de los pases: “Innecesario. Son mala leche.”
Mientras tanto, horas antes del encuentro con Milei, Macri había reivindicado la vigencia del PRO durante un seminario en Chile. “El PRO está más vivo que nunca”, dijo, y confirmó que su espacio presentará un candidato presidencial propio para 2027.
La renuncia de Francos y Catalán
Mientras el Presidente y el ex mandatario conversaban en Olivos, el Gabinete nacional también se movía. Francos y Catalán formalizaron sus renuncias, y la Casa Rosada informó que el vocero presidencial, Manuel Adorni, pasará a ocupar el cargo de ministro coordinador.
Las salidas estaban previstas inicialmente para el lunes 27 de octubre, tras las elecciones de medio término, pero el Gobierno decidió postergarlas para celebrar el triunfo de LLA. Finalmente, la reorganización se concretó este viernes, en simultáneo con la cena política más esperada del mes.
Francos, incómodo con las funciones que se le habían asignado y con las presiones del círculo más cercano a Milei, explicó su decisión en redes sociales: “Ante los persistentes trascendidos sobre modificaciones en el Gabinete Nacional, me dirijo a usted con el objeto de presentarle mi renuncia al cargo de Jefe de Gabinete de Ministros, para que pueda afrontar sin condicionamientos la etapa de gobierno que se inicia luego de las elecciones nacionales del pasado 26 de octubre.”
Un nuevo tablero de poder
La salida de Francos abre interrogantes sobre la consolidación del poder interno en el entorno presidencial. Todas las miradas apuntan a Santiago Caputo, asesor de máxima confianza de Milei e integrante del llamado “Triángulo de Hierro”, quien podría asumir el control del Ministerio del Interior, clave en la articulación con las provincias.
Aún no se sabe si Caputo ocupará formalmente un cargo con “firma y sello”, como pretendía Francos, o si continuará ejerciendo su influencia desde un rol reservado. Tampoco está claro si asumirá competencias sobre obras públicas y transporte, áreas bajo revisión.
Entre renuncias, pases legislativos y movimientos estratégicos, la política argentina vivió una noche de alto voltaje. Milei y Macri compartieron la mesa en un contexto de alianzas frágiles y poder reconfigurado, donde cada gesto -y cada silencio- puede definir el rumbo del gobierno en los próximos meses.