El jueves 26 de septiembre, el exjefe de Investigaciones de la Policía de Salta, Vicente Cordeyro, salió temprano de su casa. Desayunó, llevó a su hija al colegio y se despidió con la rutina de siempre. Nada hacía prever que esa mañana sería la última vez que lo verían con vida.
Minutos después, condujo su Volkswagen Surán gris hasta la villa veraniega de San Lorenzo. Estacionó frente a una iglesia, cerró el auto y comenzó a caminar solo hacia el sendero conocido como la cola del cerro Elefante. Las cámaras de seguridad registraron su paso: mochila al hombro, mirada al frente, sin compañía. Esa imagen fue la última.
Las horas pasaron y Cordeyro no regresó. Su familia dio aviso a las autoridades esa misma tarde y, en cuestión de horas, se montó un operativo de búsqueda de gran magnitud. Participaron efectivos de la Policía, Bomberos, Defensa Civil, equipos de rescate y perros rastreadores. También se sumaron drones y un helicóptero del Ministerio de Seguridad provincial.
Las cámaras confirmaron que el excomisario había ingresado solo a la zona de montaña. Desde ese momento, cada metro del cerro fue peinado con minuciosidad.
El hallazgo
La mañana del sábado trajo el peor desenlace. Un grupo de rescatistas divisó un cuerpo desnudo, a unos 800 metros del área donde se había producido un incendio días antes. A pesar de la distancia con respecto al foco del fuego, el cuerpo presentaba quemaduras superficiales. En la zona del hallazgo, los peritos dieron con el celular de Cordeyro.
El lugar fue rápidamente cercado. Intervino el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), que recolectó evidencias, restos de materiales y muestras del terreno. El operativo se extendió durante todo el día. La escena, atravesada por el olor a humo y ceniza, resultó tan compleja como sensible: el cuerpo de un exjefe policial, hallado sin ropas y en condiciones que abrían más preguntas que respuestas.
Hasta el momento, no se informó si en el lugar se halló algún arma o elemento que pudiera haber provocado la muerte del excomisario. Tampoco trascendió dónde fue encontrada la mochila que llevaba consigo al ingresar al cerro, un detalle que podría ser clave para reconstruir sus últimos movimientos. La falta de información oficial sobre estos puntos sensibles alimentó un sinfín de especulaciones, tanto dentro de las fuerzas de seguridad como entre los salteños, que siguen de cerca cada novedad del caso.
La autopsia
Al día siguiente, el Ministerio Público Fiscal difundió los primeros datos del examen forense: muerte por asfixia mecánica por ahorcamiento. También se registraron lesiones superficiales provocadas por el fuego, pero sin signos de defensa ni lucha.
Aun así, los fiscales aclararon que la causa seguía bajo el protocolo de presunción de homicidio doloso, es decir, que se investiga como si pudiera haber intervenido otra persona, hasta descartar completamente esa hipótesis.
Según informaron familiares de Cordeyro a LA GACETA, aún la Justicia no entregó el cuerpo para ser velado.
El coordinador de fiscales Pablo Rivero encabezó una reunión con el CIF y la Unidad de Graves Atentados contra las Personas (UGAP). En la mesa se trazó una hoja de ruta: analizar el celular del excomisario, rastrear las últimas comunicaciones, la ubicación GPS y estudiar el origen del incendio que había afectado la zona.
Un caso de alta complejidad
Con el correr de los días, la investigación tomó un rumbo técnico. Los peritos provinciales hicieron lo posible, pero algunos estudios excedían las capacidades del laboratorio local. El Procurador General de la Provincia, Pedro García Castiella, resolvió entonces solicitar formalmente apoyo al Ministerio de Seguridad de la Nación.
El pedido fue elevado a la Secretaría de Seguridad y contempla la intervención de especialistas en criminalística, incendios e informática forense. La asistencia federal apunta a reforzar los análisis sobre el origen del fuego, los restos materiales encontrados en el cerro y el contenido del teléfono del excomisario, cuyas claves y registros podrían ser decisivos.
“Por la naturaleza y trascendencia del caso, resulta imprescindible la realización de pericias de notable complejidad técnica”, señaló García Castiella, al explicar que el CIF no cuenta con expertos en siniestros o explosiones ni con el equipamiento de última generación necesario para la recuperación de datos digitales complejos.
El peso del silencio y las preguntas abiertas
Vicente Cordeyro tenía más de 30 años en la fuerza. Fue director de Investigaciones, docente universitario y un referente en materia de inteligencia criminal. Conocía los métodos, los procedimientos y los laberintos del delito.
En los últimos meses, había manifestado públicamente su preocupación por el avance del narcotráfico y la inseguridad en Salta, temas que seguía de cerca incluso tras su retiro.
Su muerte —en circunstancias extrañas, en un cerro arrasado por el fuego, hallado desnudo y sin signos de lucha— mantiene abierta una serie de interrogantes.
Mientras los peritos federales se preparan para sumarse a la investigación, la causa Cordeyro se convierte en uno de los expedientes más delicados del año en la provincia.
Hoy a las 10 de la mañana, en Plaza 9 de Julio, un grupo de policías retirados realizará una marcha para pedir que se esclarezca el caso. Reclamarán avances concretos en la investigación y respuestas oficiales sobre las circunstancias que rodearon la muerte del exjefe de Investigaciones de la Policía de Salta.