Así como el fútbol abre grietas desmesuradas, también puede tapar hasta las fisuras más profundas. El Monumental se convirtió en ese lugar donde el abrazo no solo fue entre miembros de equipo, sino también entre rivales. Un momento donde el deporte superó a cualquier cuadro o competencia, y fue el respeto unánime el que unió a todos los hinchas presentes en la cancha ante el homenaje a un hombre devoto del fútbol: Miguel Ángel Russo.
Un minuto de silencio entre los jugadores de River Plate y Sarmiento de Junín dejó en claro que el fútbol puede unir a las diferentes camisetas. Mientras los jugadores ocupaban el lugar en la cancha, una pantalla señalaba el motivo de aquel emotivo momento. La imagen de Miguel Ángel Russo, el ex entrenador de Boca, proyectada en la pantalla infundió una obediencia generalizada, acompañada de un aplauso apasionado.
Minuto de silencio en el Monumental
Este domingo, en la previa del partido ante Sarmiento de Junín en el Monumental, por la duodécima fecha del Torneo Clausura, tuvo lugar un minuto de silencio en recuerdo de Miguel Ángel Russo, un ícono del fútbol argentino y sudamericano que falleció a los 69 años el pasado ocho de octubre.
Ocurrió en la ceremonia previa, cuando el árbitro Sebastían Zunino llamó a los 22 futbolistas hacia el círculo central, y los cánticos apasionados de "Soy de River y lo sigo a todos lados", comenzó a cesar poco a poco a medida que los hinchas se daban cuenta que un momento más conmovedor llegaba.
Un aplauso desde el corazón
La rivalidad de los 90.000 hinchas no impidió reflejar el respeto por el contendiente. Mientras los jugadores se abrazaban instalados en medio de la cancha, la voz del estadio anunció el minuto de silencio en recuerdo de Miguelo. Allí y como un acto instintivo, el estadio ensordeció con los aplausos apasionados que bajaban de las tribunas, mientras los jugadores permanecían inamovibles en el respeto y la admiración por un grande del fútbol.
El rival histórico de Boca ya había tenido otros gestos por el líder del fútbol sudamericano. Hinchas de River que lo despidieron de La Bombonera con la camiseta de club y una corona de flores a La Bombonera donde se realizó el velatorio, fueron los gestos que erizan la piel de quienes comprenden que el deporte va más allá de los colores y los 90 minutos de enfrentamiento.