La FIFA designó a Qatar como sede de la fase final de la Copa Intercontinental por segundo año consecutivo. El certamen, refundado en 2023, volverá a jugarse en Medio Oriente entre el 10 y el 17 de diciembre, con la presencia de equipos campeones de distintas confederaciones y la expectativa de una final con el París Saint-Germain ya clasificado.
El estadio Ahmad Bin Ali, ubicado en la ciudad de Rayán, ha sido seleccionado para albergar los dos partidos iniciales de la fase final. Con capacidad para 60 mil espectadores, fue uno de los escenarios principales de la Copa del Mundo 2022.
La sede de la gran final aún no fue confirmada, aunque la organización adelantó que se anunciará en las próximas semanas.
Antecedentes
En 2023, Qatar también fue anfitrión de la primera edición de la nueva Copa Intercontinental. En aquella oportunidad, el Real Madrid se consagró campeón en Doha, en un formato que reemplazó al histórico Mundial de Clubes de la FIFA.
Con esta designación, Qatar reafirma su lugar como uno de los destinos predilectos del máximo organismo del fútbol mundial para eventos internacionales, consolidando la infraestructura construida para el Mundial 2022 y proyectándose como epicentro de nuevas competencias globales.