Dolores Fonzi vive la emoción de un esperado estreno con el lanzamiento nacional de su segunda película, "Belén", que llega a todas las salas del país este 18 de septiembre. La actriz y directora se encuentra en un "subidón" de nervios y felicidad resultado de un proyecto que está siendo observado. Este nuevo film genera gran expectativa, involucrando promoción y festivales.

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"Belén" narra la conmovedora historia real de una mujer tucumana que padeció una detención tras un aborto espontáneo, para luego alcanzar su absolución gracias a la intervención de la Corte Suprema. Fonzi, quien interpreta a la abogada Soledad Deza en la ficción, considera el proyecto como algo "propio" y lo describe como "más ideal, imposible", especialmente por su conexión con la militancia por el aborto y el trabajo colectivo. La película, además, fue preseleccionada entre las cuatro candidatas para representar a Argentina en los próximos Premios Oscar.

El regreso del thriller judicial con perspectiva feminista

La película "Belén" se inscribe claramente dentro del género del thriller jurídico, una elección que la directora Dolores Fonzi confiesa disfrutar profundamente. Ella comenta que vio "muchas películas de juicio, sobre todo en los noventa", y recuerda films como Cuestión de honor que generaban el deseo de convertirse en abogada. Fonzi subraya que estas producciones "tienen un tiempo y un ritmo que requieren de cierta cuestión clásica".

"En la nuestra entra después el feminismo y la vida de las mujeres", explica la actriz y directora, añadiendo que la trama incorpora la "vida cotidiana, que en general está puesta de lado en las películas de chabones, simplemente porque ellos no lavan las camisas". La abogada Soledad Deza describe la aproximación de la película como "una mirada feminista, que incorpora experiencias que estuvieron fuera del derecho, del cine, de la literatura".

¿Cómo se muestra la militancia en Belén?

Dolores asegura que "Belén" es una película comprometida y militante, aunque prefiere enfocarse en el tratamiento de los materiales con humanidad. Ella afirma sentirse cómoda con esta aproximación, destacando que "la humanidad es lo que nos baja" y que no se considera ni a sí misma ni a otros como "superhéroes ni campeones de nada". La directora no buscó crear una película solemne, sino escuchar lo que el material necesitaba para ser contado, explorando conceptos como el encierro y el exterior con referencias del cine mundial. "Si se pudo, se puede. Hay algo de esa reunión, de un trabajo colectivo que puede cambiar cosas que hay que cambiar", señala la directora.

La abogada Deza espera que la audiencia se "apropie de la historia", la cual no es exclusiva para mujeres o feministas, sino una narración que permite "quitarle la connotación negativa a la palabra lucha, como quieren darle ahora", manifestó. Fonzi cree firmemente que "todo lo personal y autorreferencial, cuando es verdadero, se vuelve universal".