Los abrazos se enmarcan en muchos contextos. Podemos recibir uno cuando estamos tristes, en forma de consuelo, cuando nos sentimos más contentos, a modo de celebración o en situaciones más neutrales como un saludo. El vínculo que haya entre las personas también parece influir, ya que la ciencia advierte que esta muestra de afecto puede cambiar mucho cuando el cariño es solo de amigos, o si allí hay algo más.

Las personas que se acuestan tarde están en riesgo de padecer diabetes, según un estudio

Hasta hoy, ningún estudio psicológico había podido descifrar cuáles eran las diferencias entre los abrazos románticos o aquellos que solo ocurren por ser de un afecto más platónico. Pero ahora parece haber una respuesta. Un nuevo estudio publicado recientemente en el Journal of Nonverbal Behavior se ocupó de esa inquietud para saber cómo difieren los abrazos entre personas en un vínculo romántico de aquellas que son solo amigas.

¿Cómo se realizó la investigación?

Para la investigación participaron 60 voluntarios, algunos de ellos amigos y el resto parejas románticas. Allí caminaron repetidamente uno hacia el otro y se abrazaron. Mientras lo hacían, fueron filmados usando 14 cámaras de video de alta frecuencia, por lo que todos sus movimientos fueron capturados desde muchos ángulos diferentes. Luego, los videos resultantes se analizaron utilizando un software avanzado basado en inteligencia artificial para investigar varios aspectos de los movimientos durante el abrazo.

Durante la revisión, se reparó en aspectos como la duración del abrazo o cómo se posicionaron entre sí las diferentes partes del cuerpo de los voluntarios que se abrazaban (como las rodillas o los pies). Además, los voluntarios también respondieron algunos cuestionarios sobre su personalidad y otros aspectos.

¿Cuáles eran las diferencias entre abrazos románticos y platónicos?

Los científicos descubrieron que los abrazos cambiaban significativamente cuando se trataba de vínculos románticos o platónicos, principalmente en la duración de los mismos. Mientras que los enamorados se abrazaban durante 7,02 segundos en promedio, los amigos platónicos sólo lo hacían durante 2,88 segundos, una diferencia marcada y estadísticamente significativa.

Curiosamente, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la distancia entre las diferentes partes del cuerpo, como los pies o las rodillas. Si bien podría pensarse que las parejas se abrazan más cerca que los amigos, algunas parejas se abrazaban con mayor distancia. El estudio también incluyó a algunos amigos que se abrazaban con bastante fuerza. Esta firmeza en los abrazos no difiere entre amigos y parejas, lo cual es un dato sorprendente.

En los resultados también intervinieron factores de la personalidad, sobre todo en la variable de la intensidad del abrazo.  Las personas con alto nivel de neuroticismo (un rasgo de personalidad caracterizado por dificultades para gestionar las emociones negativas) preferían una mayor distancia al abrazar y, por lo tanto, abrazos menos fuertes. En cambio, las personas con responsabilidad (un rasgo de personalidad caracterizado por el compromiso y el cuidado) preferían distancias más cortas a sus parejas y, por lo tanto, abrazos más fuertes.