El mes pasado se llevó a cabo en la sede de la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor) un taller sobre el achaparramiento del maíz. La actividad perseguía el objetivo de generar un espacio de trabajo en defensa de la cadena de producción de maíz. Asistieron 27 personas, en representación de diferentes organismos e instituciones del medio productivo relacionado al maíz; entre estos, instituciones públicas, empresas semilleras, colegio de profesionales, asociaciones de productores y asesores privados.
Participaron técnicos y representantes de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), de la Fundación Lillo, de Bayer, de Syngenta, de Corteva, de Lima Grain, de Mistol Ancho, del Colegio de Ingenieros Agrónomos y Zootecnistas de Tucumán (Ciazt), de los Consorcios Regionales de Experimentación Agropecuaria (CREA) del NOA, de la Sociedad Rural de Tucumán (SRT), de Apronor y asesores privados.
Voceros señalaron que de un tiempo a esta parte el productor y la cadena del maíz toda incorporaron la necesidad de tener el cultivo en los sistemas productivos extensivos en la región norte del país. Y en este sentido, subrayaron que absolutamente nadie discute la importancia que el maíz aporta a la sustentabilidad del sistema.
Indicaron que en Salvemos al Maíz -cuyos miembros fundacionales son Apronor, el Ciazt, la SRT y el CREA NOA- piensan que todos tienen en común el interés por lograr el mayor rendimiento del cultivo y recuperar, al menos, la superficie que cayó en la última campaña a causa de los problemas sanitarios del cultivo. Recordaron que pasaron dos años muy diferentes y difíciles, y que el que viene seguramente será distinto, por lo que se debe trabajar en estrategias claras para manejar la enfermedad y lo que pudiera venir.
Ante la incertidumbre que reina, los productores y la cadena necesitan ajustar técnicas y comunicar más y mejor la situación de la problemática.
“Es clave comunicar masiva y claramente, las que se consideren las mejores recomendaciones para disminuir al máximo los efectos negativos del achaparramiento sobre el cultivo”, indicaron participantes de la reunión.
Objetivos claros
Es importante señalar que el taller tuvo los objetivos claros y que se debe trabajar en estos para lograr que la problemática del achaparramiento logre ser manejada.
Los objetivos del taller fueron el compartir lo aprendido en estas dos últimas campañas; enriquecer los pilares técnicos del control de la enfermedad y establecer un mensaje común entre los diversos actores de la cadena.
Los participantes finalmente trabajaron en grupos para determinar los aprendizajes logrados en los últimos años con el achaparramiento y estudiaron cuales serían las principales recomendaciones que le harían a los productores de maíz para atenuar las pérdidas a causa del achaparramiento.
Debido a ello trabajaron en una pirámide que el sector conoce y que se debe difundir de manera constante para que la producción de maíz no corra peligro nuevamente por los problemas originados por esta enfermedad.