La jornada en Monza terminó con un susto para Franco Colapinto. Luego de cruzar la meta en el 17º puesto del Gran Premio de Italia, el pilarense participaba de la conferencia de prensa habitual con los medios acreditados cuando debió frenar en seco sus declaraciones. Bajó la cabeza, se apartó unos segundos, tomó agua y se secó la transpiración con una toalla.
La reacción generó preocupación en la sala, pero el argentino de 22 años se recompuso de inmediato y continuó hablando con normalidad. Desde Alpine aclararon que “simplemente tenía calor y necesitaba un momento para refrescarse y tomar algo”. Sam Mallinson, jefe de prensa del equipo, fue quien se acercó para asistirlo.
El periodista español Jorge Peiró, testigo del episodio, aclaró: “No se desvaneció. Estaba muy cansado, dejó de hablar y tuvo que parar. Pero fue un momento y luego volvió a hablar”.
Domingo exigente en pista
Colapinto largó 16º y llegó 17º en el histórico trazado italiano, en un Alpine A525 que volvió a mostrar su déficit de potencia, con una diferencia estimada de entre 20 y 30 caballos de fuerza. El argentino llegó a ubicarse en la undécima posición antes de su detención en la vuelta 33, pero sobre el final debió cederle la posición a Pierre Gasly por orden del equipo.
La victoria fue para Max Verstappen (Red Bull), seguido por los McLaren de Lando Norris y Oscar Piastri. Mientras tanto, Alpine continúa en el último lugar del campeonato de constructores.
La próxima cita será el 21 de septiembre en Bakú, escenario del Gran Premio de Azerbaiyán. Ese circuito trae buenos recuerdos para Colapinto: allí consiguió sus primeros puntos en la Fórmula 1 en 2024.