En los últimos 22 años, se abrieron cinco causas por venta de éxtasis en la provincia o en la que estuvo involucrado algún comprovinciano. Tres de esos expedientes comenzaron a ser instruidos en los últimos tres años, lo que habla del crecimiento del tráfico de esta sustancia. Pero hay un dato que supera todas las estadísticas: ninguna de ellas tuvo un desarrollo normal por las irregularidades o falencias en las investigaciones.
“No son investigaciones sencillas porque el mercado de las drogas sintéticas es completamente distinto a otros. Los vendedores, normalmente están camuflados como empresarios o pertenecen a la movida de la música electrónica y son de poder adquisitivo alto, con otro nivel cultural”, explicó Aníbal Paz, defensor del tucumano procesado por la justicia federal de Jujuy. “Los pesquisas no entienden esa diferencia y cometen muchos errores con tal de conseguir algún resultado. Errores que a veces son medidas ilegales por lo que las causas terminan cayéndose”, añadió. Estos son los cuatro antecedentes que existen sobre el tráfico y comercialización de éxtasis.
1)- Nocturno, el caso que dejó al descubierto un mercado oscuro
Nocturno fue el primer boliche de música electrónica de la provincia. Pero también fue protagonista de la primera causa por venta de éxtasis que se abrió en Tucumán. Un DJ fue detenido en febrero de 2003 por la Policía Federal por trasladar bochitas de cocaína. El sospechoso, cuya identidad nunca fue revelada, acordó con la Justicia su libertad a cambio de contar cómo era la ruta del éxtasis en Tucumán en la que estaba involucrada gente muy poderosa.
En octubre de ese año, los federales desarticularon a gran parte de la supuesta banda. Según la acusación del fiscal Emilio Ferrer, Ariel Aquines Wartski se encargaba de conseguir las pastillas; Gonzalo “Mamadera” Farías, de venderlas; Pablo Silva, de producirlas y enviarlas, Silvina Jorge (integrante de una reconocida familia de empresarios), de retirarlas y Ramón Diéguez (h) y Gerardo Epelbaum, de disponer del lugar (Nocturno) para el consumo de la droga. Hubo más implicados, pero varios de ellos huyeron de la provincia.
Procesaron a un tucumano por transporte de éxtasisDespués de seis años de espera, en 2009 se inició el juicio. Diéguez (h) fue absuelto y Jorge nunca llegó a esta instancia porque accedió a una probation. Fueron condenados Aquines Warstki (cinco años y ocho meses), Silva (cuatro), Farías (cuatro) y Epelbaum (dos). En 2012, un fallo anuló las condenas al señalar que las escuchas telefónicas habían sido ilegales. El fiscal Emilio Terraf apeló el fallo y en 2014 la Corte Suprema de Justicia resolvió que el caso debía ser analizado por Casación. En 2016, este tribunal ordenó que se hiciera un nuevo juicio. Finalmente, en 2018, todos los acusados (salvo Jorge) volvieron a sentarse ante un tribunal que resolvió dictarles la absolución.
2)- El caso del hijo del juez cuyo derrotero judicial es un misterio
En abril de 2019, después de una larga investigación, personal de la División Antidrogas Tucumán de la Policía Federal detuvo a tres jóvenes y secuestró drogas, entre ellas, éxtasis. Los arrestados fueron Aldo Antonio Sosa, Gastón Mercau y una joven cuya identidad nunca trascendió, pero sí se supo que era relacionista pública y que participaba activamente en la organización de fiestas electrónicas. Los investigadores descubrieron que además de las pastillas, los jóvenes también se habrían dedicado a la producción ilegal de aceite de cannabis. Mercau, es hijo del juez jujeño Gastón Mercau y nieto de Clara Langhe de Falcone, integrante del Máximo Tribunal de Justicia, el equivalente de la Corte Suprema de Tucumán.
Nunca trascendieron los detalles de esta causa ni cuál fue la suerte de los acusados. Sí se supo que Mercau habría sido trasladado a su Jujuy natal por cuestiones humanitarias.
3)- "Calavera no chilla”, mucho más que una productora de fiestas
“Calavera no chilla” es el nombre de una de las productoras de fiestas electrónicas que marcaron tendencia en nuestra provincia. Pero también hizo historia porque sus máximos referentes fueron procesados por la comercialización de éxtasis.
Venta de éxtasis: las causas en Tucumán siempre tuvieron un final polémicoTodo comenzó en febrero de 2022, cuando la Policía secuestró 189 pastillas de éxtasis en varios allanamientos. En esa oportunidad fueron detenidos Matías Ghazarian, individualizado como el jefe de la productora, y Franco Tacla, un relacionista público vinculado a la noche tucumana.
Según la investigación del fiscal federal Carlos Brito, Ghazarian habría adquirido la droga para comercializar en los encuentros que organizaba. También sospechaba que Tacla colaboraba en esta tarea. “Creemos que era una banda muy estructurada. Tenemos sospechas que tenían ‘promociones’ especiales que consistían en vender la entrada con las dosis que el comprador quisiera”, argumentó una fuente cercana a la investigación.
Pero como en todas las causas por la comercialización de éxtasis, el desarrollo de la pesquisa estuvo acompañado por polémicas. La Cámara de Apelación dispuso la falta de mérito de Ghazarian y ordenó que sea liberado. Tacla, que trabajaba para él, siguió detenido. Hace más de dos años, en un espectacular procedimiento, fue detenido el creador de “Calavera no chilla”.
Detuvieron a tres personas por tráfico de éxtasis por correo, tras allanamientos en Chubut y CABAEn esa fecha se conocieron los análisis de los teléfonos celulares que se les habían secuestrado a los acusados. Según confirmaron fuentes judiciales, allí se habría confirmado que Ghazarián era el líder de la organización, que habría otras personas implicadas y podría haber quedado probado que el otro arrestado tuvo una participación menor. LA GACETA no pudo establecer el actual estado del expediente.
4)- La causa del after de Tafí Viejo esta plagada de dudas procesales
El 14 de abril del año pasado, personal de Drogas Peligrosas de la Policía Federal se presentó en un after que se realizaba en una finca de Tafí Viejo. En el procedimiento se secuestró éxtasis, LSD-25, ketamina, marihuana, cocaína y tusi (cocaína rosa). No incautaron grandes cantidades de dosis, pero sí la suficiente para comenzar a instruir la primera causa de drogas sintéticas por la ley de narcomenudeo. Por este caso, la justicia ordinaria ordenó la detención de César Fernández Fazio y Mariano Valdez.
Los sospechosos fueron procesados por comercialización de estupefacientes. El juez Guido Buldurini los procesó al considerar que había indicios suficientes para sostener que, según la investigación realizada por el fiscal José Sanjuán, Fernández Fazio habría dirigido una empresa que se dedicaba organizar fiestas electrónicas clandestinas para poder comercializar este tipo de sustancias.
Hubo otras personas mencionadas en la causa, pero los pesquisas nunca pudieron sumar pruebas en su contra.
Glamour, dinero y éxtasis, el combo de los afters en TucumánEste expediente rompió algunos moldes. Se utilizaron figuras como el agente revelador para detener a los acusados que actualmente están en libertad esperando que se resuelvan algunos cuestionamientos.
El expediente se encuentra en un limbo judicial, puesto que Pablo Canata y Patricio Char, defensores de los imputados criticaron los procedimientos con los que se sumaron pruebas en contra de sus defendidos. Ahora se está tratando de establecer si la denuncia anónima de una mujer con la que se inició la investigación realmente existió.