En la Expocon 2025, la charla “Inteligencias interconectadas: Humana, Artificial y Colectiva” puso sobre la mesa una pregunta que generó muchas inquietudes y también ideas. ¿Cómo aprovechar el potencial de la tecnología sin perder de vista que en el centro siempre deben estar las personas? Especialistas de distintos ámbitos coincidieron en que el verdadero desafío no es solo tecnológico, sino cultural, educativo y humano.

El debate arrancó con una premisa clara: frente al auge de la inteligencia artificial, lo más valioso sigue siendo el aporte humano. “Porque hablamos mucho de inteligencia colectiva, pero sabemos que independientemente de la inteligencia colectiva, de la inteligencia artificial, lo que tenemos es que pensar qué aportamos las personas… Esa es la potencia que debemos aprovechar las personas para justamente sacar el mejor beneficio”, señaló José Farhat, Secretario de Estado de Participación Ciudadana Tucumán.

En la misma línea, otro de los expositores planteó que la IA debe ser vista como un socio estratégico, pero nunca como reemplazo del pensamiento crítico. “Hoy estamos acostumbrados a tener un socio estratégico que es cualquiera de los sistemas que usamos. Nos estamos entregando cada vez más a los resultados de la inteligencia artificial, y es ahí donde tenemos que poner en valor la inteligencia humana”, indicó Juan Pablo Conte, Director Global de Innova.

El llamado a volver al centro de la cuestión fue insistente: “Hablamos de infraestructura, de tecnología, de gobierno, pero ¿quién es prioritario? El dato, la información, las plataformas o la persona. Innovamos para mejorar la vida de las personas. La tecnología tiene sentido en tanto mejore nuestras oportunidades, nuestra educación, nuestros gobiernos”, recalcó por su parte Ana Carina Rodriguez, Subsecretaria de Innovación de la Municipalidad de Escobar.

Innovar articulando inteligencias

Los panelistas también subrayaron la necesidad de trabajar en redes y no de manera aislada. “Mi mantra es: innovar articulando… Ni siquiera usamos la inteligencia artificial de manera política o colectiva. La articulación es clave”, sostuvo Gustavo Giorgetti , Fundador y CEO de ThinkNet

La clave, según añadió Rodríguez por otra parte,  está en unir capacidades. “Cuando comunicamos algo, lo importante es que el otro lo entienda. Lo mismo pasa con la interoperabilidad. Si funcionamos como redes neuronales, tenemos mucha más potencia. Pero además tenemos algo que la IA no tiene: valores, propósitos”.

Uno de los ejes más fuertes fue la construcción de ecosistemas digitales que no funcionen de manera fragmentada. “Un ecosistema se basa en dos variables: resiliencia y eficiencia. Lo que nos falta es interconexión ya que seguimos recibiendo servicios fragmentados”, advirtió Girrgetti, que compartió la experiencia de la localidad Escobar, donde nueve proveedores de software lograron trabajar juntos.

Mientras que como ejemplo internacional, se citó a Estonia. “Allí existe total interoperabilidad entre sistemas públicos y privados… El concepto es “abraction” una ola que no destruye, sino que eleva a todos. Ese es el nuevo paradigma”, agregó.

Educación y conocimiento permanente

El panel también puso la mirada en la formación como punto de partida. “El gran desafío es transformar experiencias de aprendizaje para que se conviertan en conocimiento. No alcanza con terminar la escuela o la universidad, porque  el aprendizaje es permanente”, expresó Juan Pablo Conte.

En esa misma línea, se planteó la necesidad de un lenguaje más accesible: “Hicimos un ejercicio con más de dos mil jóvenes preguntándoles si sabían qué era la economía del conocimiento. Muchas veces el lenguaje técnico es una barrera. Tenemos que traducir la oportunidad en un lenguaje claro, que entusiasme a los jóvenes y les dé un camino”.

LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL.

Estado, equidad y cambio cultural

Los oradores coincidieron en que el rol del Estado es central para garantizar una revolución que sea humana, inclusiva y justa. “El desafío no es solo tecnológico: también debe ser una revolución humana”, afirmó el director global de Innova, a la vez que se destacó programas como “Ciudadanía Inteligente 5.0” que buscan capacitar a toda la población en el uso de IA.

La agenda inclusiva, remarcaron, debe atender las brechas de género, edad, conectividad o discapacidad: “Donde haya brechas, hay que reducirlas. Nadie debe quedar afuera de esta revolución.

Finalmente, la charla dejó una advertencia sobre el costado cultural y ético del cambio: “Sí, es posible tomar una nueva ruta, pero el desafío es cultural. Todos tenemos algo para aportar. Lo individual suma en lo colectivo”, consideró Farhat.

Y como cierre, quedó planteado un interrogante: ¿cómo revisamos nuestros propios sesgos al mismo tiempo que hablamos de los sesgos de la IA? “La ética también es central: tenemos que mirarnos también a nosotros. Ahí empieza todo”, culminaron los exponentes.