Franco Colapinto pisa otra vez Monza. Un año después de su estreno en Fórmula 1, el pilarense vuelve al histórico trazado italiano ahora bajo la estructura de Alpine y con una agenda que combinó promoción y trabajo: durante el media day se subió al programa Pirelli Hot Lap, ese formato en el que invitados recorren el circuito a ritmo alto con un piloto de la categoría al volante. Entre frenadas y curvas, al argentino le tiraron un desafío insólito: explicar la receta de la carbonara. Colapinto salió del paso con humor —reivindicó la yema y el guanciale, sin crema— mientras marcaba la trazada. Un clip que la escudería con sede en Enstone se encargó de viralizar.

Más allá del color, el foco de Franco está en el fin de semana. Monza le cae bien: allí festejó tres veces en su camino formativo —en Fórmula Renault Eurocup (2020) y en Fórmula 3 (2021 y 2022)— y suele destacar el efecto del rebufo en las largas rectas, un factor que abre posibilidades para quienes encuentran un coche eficiente en línea recta y logran posicionarse en los trenes de DRS.

Colapinto llega con buenas sensaciones desde Zandvoort. En Países Bajos quedó a un paso de sus primeros puntos con Alpine tras una carrera de gestión y estrategia que, según valoró, mostró un salto de rendimiento del paquete. También buscó bajar el tono a las interpretaciones sobre eventuales órdenes de equipo: “todo quedó claro” y “estuvimos muy cerca”, sintetizó. El objetivo inmediato: convertir esa cercanía en unidades en el campeonato.

El cronograma para el argentino tendrá un matiz particular: no estará en la FP1, porque el equipo le cederá el A524 a Paul Aron para ese ensayo. El primer contacto real de Franco con la pista será en la segunda práctica del viernes (12:00, hora argentina). El sábado, tras el último entrenamiento, afrontará la clasificación (12:00) y el domingo largará el Gran Premio de Italia (10:00). 

¿Qué necesita Alpine para que Monza sea amable? Un coche estable en frenadas fuertes (Rettifilo, Variante della Roggia) y velocidad punta competitiva para defender y atacar con DRS. Colapinto, que ha demostrado aplomo en peleas rueda a rueda, confía en tener un auto “para divertirse” y, si se alinean las variables de estrategia y degradación, quedar en zona de puntos.

Entre una receta romana y el fragor del “templo de la velocidad”, el argentino se plantó con un mensaje simple: disfruta el lugar, recuerda que ya ganó ahí y cree que hay margen para más. Monza no perdona errores, pero también suele premiar a quienes se animan. Colapinto va por ese premio.