Tucumán Rugby volvió a escribir una página gloriosa en su rica historia deportiva tras consagrarse campeón del Torneo del Interior B, venciendo en la final a Liceo RC de Mendoza por un contundente 42 a 29. La victoria de esta tarde recompensa a un proceso que se venía gestando desde hace tiempo con el staff liderado por Hernán Macome. La cancha vibró con intensidad en un encuentro que se presentó cerrado en la primera parte, donde los mendocinos ofrecieron resistencia con un juego físico y ordenado, pero que se terminó abriendo en el segundo tiempo, cuando los “verdinegros” sacaron a relucir su jerarquía y su resto físico para marcar la diferencia en el marcador.

Uno de los grandes protagonistas de esta conquista fue Jorge Domínguez, capitán del local y quien no ocultó su emoción tras el pitazo final. “La verdad que es un trabajo que venimos haciendo hace mucho tiempo, capaz desde el año pasado, cuando no terminamos bien en el Interior. Nos juntamos, nos hicimos fuertes como grupo y este año fuimos creciendo con el objetivo de coronarnos. Lo debíamos y vinimos a cumplir”, explicó el jugador. Domínguez también reconoció que durante el partido no aparecieron recuerdos de finales anteriores en las que no pudieron concretar el sueño: “Consideramos cada partido y cada final como una nueva historia. Lo más valioso es que este equipo siempre busca ganar, algunas veces las cosas no se dan, pero nunca dejamos de intentarlo”, respondió.

Foto: Osvaldo Ripoll - LA GACETA

El capitán también analizó la diferencia que se notó entre el primer y el segundo tiempo, una de las claves del triunfo: “Entramos en ritmo, cuesta a veces sobre todo contra rivales tan duros como los del Interior, que te miden en cada contacto. Pero después nos soltamos. Habíamos hablado que los primeros minutos del segundo tiempo eran fundamentales. Entramos muy fuertes y creo que ahí estuvo gran parte del partido, en esos primeros cinco minutos donde marcamos el rumbo”. Con la copa ya en manos del club, Domínguez no se relajó en su discurso y fue claro en que este es apenas un paso más: “Somos conscientes de que estamos en la mitad del año. La semana que viene tenemos otro partido y otro objetivo. Queremos ir por todo”, deseó.

Por su parte, Santiago Aguilar también compartió sus sensaciones y explicó por qué este Tucumán Rugby logró alcanzar la gloria. “Creo que la clave fue seguir intentando y nunca bajar los brazos. A veces te toca ganar y a veces no, pero año a año nos proponemos llegar a estas instancias. Esta vez se dio porque nunca dejamos de intentarlo”, afirmó. Aguilar resaltó el trabajo de largo plazo del club y del staff técnico: “Es un trabajo de dos años con este cuerpo técnico, pero como grupo venimos hace mucho más. Nos merecíamos este título, aunque sabemos que en el deporte no basta con merecer: hay que salir a la cancha y hacerlo. Y lo hicimos”.

El jugador, que además apoyó un try en la final, se mostró orgulloso en lo personal: “Si me lo tengo que agradecer, me lo agradezco a mí mismo por seguir intentando, entrenando y levantándome cada día. Estoy muy contento y orgulloso”. Al igual que Domínguez, Aguilar coincidió en que el quiebre del partido se produjo en la segunda parte: “El primer tiempo fue muy cerrado, con muchos golpes, muy físico. Pero en el segundo sentimos que teníamos más resto que ellos y era el momento de acelerar. Supimos aprovecharlo y ahí se abrió el partido”.

Tampoco olvidó a quienes acompañan siempre desde afuera de la cancha, los hinchas: “Todos los años están, pase lo que pase. Mandan mensajes, juntan la plata para viajar y acompañarnos. Este campeonato también es de ellos, porque siempre nos hacen sentir que no estamos solos”.

La consagración de Tucumán Rugby en el Torneo del Interior B es el reflejo de un proceso que combina trabajo, paciencia y resiliencia. El club encontró en la adversidad de finales pasadas la motivación para seguir intentando y en esta ocasión logró transformarla en un título que sabe a revancha y que fortalece al grupo de cara a lo que resta de la temporada.