El partido entre Instituto e Independiente en Córdoba dejó más dudas que certezas sobre el arbitraje de Luis Lobo Medina, que volvió a quedar en el centro de la polémica. Durante gran parte del juego, los futbolistas del “Rojo” reclamaron expulsiones no sancionadas: Francis Mac Allister, quien ya estaba amonestado, cometió dos infracciones que pudieron significarle la segunda tarjeta amarilla; además, se protestó por un planchazo de Juan Franco a Facundo Zabala y un pisotón de Damián Puebla al mismo jugador que tampoco fueron sancionados con roja.
Sin embargo, la jugada más controvertida llegó en el final del encuentro. Tras un pelotazo largo de Instituto, Rodrigo Rey salió al límite del área y tomó la pelota con sus manos ante la presión de un rival. El asistente Cristian Bistocco marcó que el arquero había tocado el balón fuera del área y Lobo Medina sancionó tiro libre indirecto para el local, además de amonestar a Rey.
La protesta de los jugadores de Independiente fue inmediata: insistían en que el contacto había sido claramente dentro del área. Pero lo insólito ocurrió segundos después: cuando los futbolistas de Instituto se disponían a ejecutar el tiro libre, el árbitro decidió terminar el partido en ese preciso instante.
Desde lo reglamentario, la decisión fue válida: al cumplirse los cuatro minutos de descuento, el árbitro estaba habilitado para finalizar el encuentro, ya que la norma solo exige ejecutar un penal aunque el tiempo esté cumplido. No obstante, lo grave vino después.
En declaraciones a la transmisión de TNT Sports, Gastón Lodico, jugador de Instituto, reveló que el propio Lobo Medina les explicó que había decidido finalizar el encuentro porque desde el VAR, a cargo de Silvio Trucco, le habían avisado que la acción de Rey había sido dentro del área y, por lo tanto, no correspondía el tiro libre que había sancionado.
La confesión generó indignación: un árbitro no puede anular su propia decisión de esa manera sin informar oficialmente la intervención del VAR, y menos aún terminar el partido de forma abrupta.
Independiente, más allá del resultado, se fue del estadio Monumental Presidente Perón con bronca por las decisiones que sintieron en su contra. Y el cierre del partido dejó instalada una nueva controversia que promete seguir dando que hablar.