El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, manifestó su rechazo ante los incidentes violentos que llevaron a la suspensión del partido de vuelta por los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile, jugado en Buenos Aires.
En un comunicado oficial, el dirigente expresó su repudio absoluto a lo ocurrido. “Condeno enérgicamente la impactante violencia que llevó a la cancelación del partido. La violencia no tiene cabida en el fútbol, los jugadores, los hinchas, el personal, los árbitros y todos los que disfrutan de este hermoso deporte deben poder hacerlo sin miedo”, afirmó.
El titular de la FIFA no solo apuntó contra los responsables, sino que también envió un mensaje de respaldo a las víctimas que sufrieron en medio del caos. “Nuestros pensamientos están con todas las víctimas inocentes, a la vez que esperamos que las autoridades competentes impongan sanciones ejemplificadoras contra los autores de estos terribles actos”, señaló.
La postura de Infantino dejó en claro la firmeza del máximo organismo del fútbol mundial frente a hechos de violencia que ponen en riesgo la integridad de los protagonistas y del público.
El impacto de la suspensión del partido no quedó limitado al ámbito deportivo. La preocupación se extendió también a nivel social, al considerarse un nuevo golpe de violencia que vuelve a empañar la imagen del fútbol sudamericano y plantea interrogantes sobre la seguridad en los estadios.
Repercusiones
El episodio reavivó los reclamos de organismos y dirigentes que exigen medidas más duras para erradicar la violencia en las canchas. La suspensión dejó una marca preocupante, recordando que la región aún enfrenta una lucha pendiente contra los episodios que transforman el espectáculo en escenario de temor.