Ocho años después, comienzan a conocerse detalles de uno de los romances más comentados de la farándula argentina: el que protagonizaron Lali Espósito y Mariano Martínez durante el rodaje de Esperanza Mía. Lo que empezó como una relación apasionada terminó abruptamente, y con el tiempo, algunas verdades sobre aquella separación empiezan a salir a la luz.
La pareja confirmó su ruptura apenas cinco meses después de hacer público su noviazgo. En aquel momento, ambos intentaron controlar la narrativa, desmintiendo rumores y evitando filtraciones sobre conflictos internos. Sin embargo, con el paso de los años, ciertos pormenores revelan la presencia de una tercera persona que habría tensionado la relación.
Se trata de Natalie Pérez, compañera de Lali en la ficción, cuya relación con la cantante cambió radicalmente al mismo tiempo que comenzaba el romance con Martínez. Lo que antes era buena onda se transformó en distancia y roces notorios, que Natalie no dudó en expresar públicamente.
“Con Lali no somos amigas, ni Ángela ni yo. Nadie compite con nadie, ni es enemiga de nadie. No fluyó la relación. Además, hay cosas que a mí no me gustan. Yo lo único que te voy a decir es 'no al playback'”, manifestó Pérez, dejando en claro que la tensión surgió en paralelo al noviazgo de la cantante con el actor.
Los celos y los malentendidos fueron factores determinantes. La presencia de Natalie en la dinámica del grupo y la relación de Lali con Mariano alimentaron la teoría de que la actriz contribuyó indirectamente a la ruptura, generando roces y enfrentamientos.
Con el tiempo, Natalie decidió aclarar su posición y poner paños fríos sobre la situación. Además, señaló a Mariano Martínez como punto de partida de los conflictos: “La verdad es que ya no recuerdo lo que pasó, pero ella estaba de novia con ese muchacho y a veces las chicas, cuando sos pendeja y te ponés en relaciones…”, expresó, dejando entrever que los celos y los malentendidos jugaron un rol central.