En la Argentina, donde apenas el 24% de las estudiantes de Ingeniería son mujeres, una nueva carrera logró cambiar la ecuación por completo. Se trata de la Ingeniería en Sustentabilidad que dicta la Universidad de San Andrés desde este año y en cuya primera promoción nueve de cada diez estudiantes son mujeres. El dato no sólo rompe estereotipos, sino que abre un debate sobre qué buscan las nuevas generaciones en su formación profesional.

El fenómeno llamó la atención en el ámbito académico y empresarial. La clave estaría en el propósito que define a esta carrera: formar profesionales capaces de desarrollar soluciones tecnológicas innovadoras para afrontar los desafíos ambientales y sociales del presente y del futuro.

Una ingeniería “pura y dura” con otra mirada

Lejos de ser una carrera light, Ingeniería en Sustentabilidad se apoya en ciencias básicas, ciencias de la ingeniería, diseño, ciencias de la computación y ciencia de datos. Sin embargo, lo que la distingue es su visión integrada: no solo enseña a resolver problemas técnicos, sino también a comprender el mundo como un sistema complejo donde interactúan variables económicas, sociales y ambientales.

Este enfoque responde a una tendencia global: la necesidad de ingenieros y científicos capaces de anticipar escenarios; liderar transiciones energéticas y desarrollar ciudades circulares. La carrera busca que sus graduados puedan articular disciplinas y pensar a gran escala, sin perder de vista el impacto social y ambiental de cada decisión tecnológica.

Los campos de aplicación son amplios: transición energética, energías limpias, tecnologías para la economía circular, sistemas de gestión de residuos, movilidad sostenible y soluciones de eficiencia en el uso de recursos. Se trata de áreas estratégicas que no solo tienen alta demanda de profesionales, sino que son clave para cumplir con los compromisos climáticos internacionales.

Mujeres que lideran la ingeniería del futuro

Que el 90% de la matrícula sean mujeres no es un dato menor. En un país donde las ingenierías suelen estar dominadas por varones, la cifra evidencia un cambio cultural. Las jóvenes no sólo se inscriben, sino que lo hacen en una carrera exigente y con un fuerte componente tecnológico.

Para especialistas en educación y género, este fenómeno confirma que las mujeres se sienten más atraídas por carreras STEM cuando existe un propósito claro y una conexión directa con el impacto social. El hecho de que Ingeniería en Sustentabilidad esté vinculada a la agenda Cleantech (tecnologías limpias) y a la innovación con impacto ambiental es un factor clave para esa elección.

Además, el auge de referentes globales como Greta Thunberg en la acción climática o Gitanjali Rao en la innovación tecnológica demuestra que las mujeres están dispuestas a liderar transformaciones. En este sentido, la ingeniería que propone la Universidad de San Andrés se alinea con esas expectativas.

Una carrera con proyección global

El modelo educativo de Ingeniería en Sustentabilidad también busca insertar a sus egresados en un mercado internacional. La formación incluye habilidades en ciencia de datos, diseño y programación, áreas que permiten trabajar en proyectos interdisciplinarios y remotos.

La Argentina, al ser uno de los países pioneros en ofrecer esta carrera en la región, se posiciona como un centro de formación de profesionales especializados en sostenibilidad. Esto abre oportunidades de exportación de talento, y de cooperación con empresas y gobiernos que buscan acelerar la transición hacia modelos productivos más limpios.