Un proyecto ambicioso está siendo ideado con el nombre Chrysalis. Se trata de una nave multigeneracional con espacio para 2.400 personas. Se trata de una estructura cilíndrica de 58 kilómetros con la capacidad de viajes hacia un exoplaneta del tamaño de la Tierra, descubierto en 2016, que orbita la estrella más cercana al Sol, llamada Próxima Centauri b.
Científicos de Harvard y la NASA creen que una nave extraterrestre llegaría a la tierra en noviembre de 2025Chrysalis, fue la ganadora del Project Hyperion Design Competition, una iniciativa que incluye un concurso de diseño para una nave espacial interestelar generacional, cuyo objetivo es explorar la viabilidad de los viajes interestelares tripulados usando tecnologías actuales y futuras. El concurso busca diseños de hábitats espaciales que puedan sostener a una población humana durante siglos, a través de múltiples generaciones, en un viaje hacia otro sistema estelar.
Una idea que parece ciencia ficción: el proyecto Chtysalis
No se trata de la trama de una novela futurista, sino de Chrysalis, una nave generacional concebida para que más de mil personas vivan, nazcan y mueran a bordo durante un viaje interestelar de cuatro siglos. Esta visionaria propuesta obtuvo el primer premio en el concurso de diseño Project Hyperion, organizado por la Iniciativa para Estudios Interestelares (i4is). La iniciativa busca soluciones viables para misiones humanas a distancias estelares que exceden una vida.
El nombre Chrysalis, que remite a la fase de metamorfosis de mariposas y polillas, simboliza la transformación que experimentarían sus tripulantes. El proyecto fue desarrollado por un equipo interdisciplinario de investigadores italianos y se destacó por su coherencia sistémica y un diseño modular innovador. Entre cientos de propuestas internacionales, convenció al jurado por su enfoque integral y realista.
Las dimensiones de la nave son colosales: 58.000 metros de largo —más de 550 campos de fútbol— y 2.400 millones de toneladas métricas, equivalentes a 369 Grandes Pirámides de Giza. Su estructura cilíndrica y el extremo delantero más angosto están diseñados para minimizar el riesgo de impactos con micrometeoritos. Además, esta forma reduce las tensiones estructurales durante las fases de aceleración y desaceleración del viaje.
¿Cómo sería la vida futuristica en Chrysalis?
La nave estaría concebida como una ciudad espacial autosuficiente, capaz de albergar entre 1.500 y 2.400 personas, aunque sus diseñadores consideran que el número óptimo para mantener la sostenibilidad sería de unas 1.500. El hábitat se dispondría en varios niveles modulares que girarían constantemente sobre un eje para generar gravedad artificial. Cada capa tendría funciones específicas, desde las más internas hasta las externas.
En la zona más cercana al núcleo se destinarían espacios para el cultivo de plantas, hongos, insectos y ganado, recreando incluso biomas completos como bosques tropicales o boreales. Más allá, se ubicarían parques, escuelas, hospitales y bibliotecas, seguidos por áreas residenciales, y en la periferia, industrias, talleres y almacenes gestionados en gran parte por robots. Como atractivo singular, el Cosmo Dome en la parte delantera ofrecería una burbuja de microgravedad con vistas espectaculares del espacio, permitiendo a los pasajeros vivir la experiencia de la ingravidez.