Asombro. Curiosidad. Inspiración. Orgullo. Estas fueron algunas de las reacciones que mostraron los lectores mientras conocían por dentro cómo funciona LA GACETA. Después de dos horas de una experiencia que jamás hubiera imaginado, Noemí Sosa expresó emocionada: “me llevé una gran sorpresa, no tenía idea la importancia que tiene todo lo que hacen aquí”.
Por su 113° aniversario, nuestro diario abrió sus puertas a un grupo de lectores. A través de una inscripción en la web, 26 tucumanos fueron parte de un recorrido único por el edificio de Mendoza 654, adonde pudieron conocer el paso a paso de cómo se cocina la información para las distintas plataformas de LA GACETA.
La propuesta, pensada como parte de los festejos por un nuevo año más de historia, se convirtió también en un reconocimiento a los lectores. Entre los asistentes hubo estudiantes de comunicación, universitarios de otras carreras, profesionales, jubilados, niños y adultos mayores. Todos con una historia, una anécdota, un vínculo con el diario.
Antes de arrancar con el paseo, los visitantes escucharon atentos un breve repaso por la historia del diario. El secretario de Redacción, José Názaro, les contó que LA GACETA nació el 4 de agosto de 1912 como un diario dominical, cubriendo el único día en que no había publicaciones en Tucumán. El éxito fue tal que, rápidamente, pasó a publicarse todos los días, convirtiéndose en el principal medio de la provincia.
Luego habló de la búsqueda constante de innovación de un diario que hoy ocupa el tercer lugar en tirada nacional. En 1997, fue uno de los primeros medios escritos del país en tener un sitio web y, pocos años después, en actualizar noticias minuto a minuto. La llegada de las redes sociales y los cambios en los algoritmos de búsqueda fueron otros grandes desafíos, según remarcó. Y en 2017 vino otro momento clave: la creación de un programa de televisión, Panorama Tucumano, que fue el germen de LA GACETA Play.
Así es por dentro LA GACETA: los lectores vivieron la experiencia única de conocer el corazón del diario en su 113° aniversarioEl archivo, un tesoro
Uno de los espacios que más sorprendió a los visitantes fue el Archivo Histórico de LA GACETA, un verdadero reservorio de la historia provincial y nacional. Entre ejemplares amarillentos, fichas, fotografías y publicaciones centenarias, los lectores se maravillaron con el sistema de sobres donde se guardan distintos tipos de materiales por temas. “A mí me llamó la atención que tengan una especie de bóveda con una temperatura especial para conservar las primeras ediciones del diario”, comentó Noemí, docente jubilada de Monteros. Para ella, el diario siempre fue la fuente más confiable de información, según dijo.
Para los lectores, el recorrido fue un viaje entre el pasado y el presente. En una sala del segundo piso, en el museo, se encontraron con las viejas máquinas de tipografía y las linotipos, que muestran cómo se armaban las páginas antes de la era digital. Un piso abajo, por las escaleras, vieron la redacción y el estudio de televisión, donde se palpita el vértigo actual: pantallas, videollamadas, transmisiones en vivo y noticias que se actualizan minuto a minuto.
“Para mí es una sorpresa todo esto”, dijo Carmen Rosa Araujo, de 72 años. Desde los 20, según contó, se informa con nuestro diario y por eso quería conocer cómo se trabajaba en la redacción. Al igual que ella, muchos salieron impactados al descubrir que, detrás de cada nota, hay un proceso colaborativo que no se detiene nunca.
“Me impresionó ver las primeras herramientas que se usaban para reflejar las noticias y cómo fue cambiando todo”, comentó Sebastián Ledesma (21), estudiante de historia.
El cierre del recorrido incluyó un encuentro con editores y periodistas, que respondieron preguntas, compartieron historias de coberturas y revelaron detalles del trabajo en la sala de redacción.
Un vínculo que sigue intacto
“Aprendí a leer con LA GACETA”
Luis Ernesto tiene 19 años y es estudiante de Comunicación. Cuenta que desde que era muy chico, LA GACETA tuvo una influencia en su vida. “Aprendí a leer con los títulos del diario, gracias a mi abuelo; incluso él ganó una vez los Números de Oro. Para mí, es el diario más confiable y vi como una oportunidad única la posibilidad de conocer cómo funciona por dentro”, expresó.
“Lo más creíble”
“LA GACETA siempre estuvo en casa. Yo la sigo por internet y por las redes en el celular, pero el papel tiene algo especial; ojalá no se pierda nunca porque hojear el diario es incomparable”, dijo Noemí Sosa. Ella llegó desde Monteros junto a su esposo, Ramón Lobo. Los dos son docentes jubilados. “Crecí leyendo LA GACETA todos los días. Mi papá se enojaba con el canillita si no llegaba cada mañana. Para mí, es lo más creíble”, confiesa.
Fanático de la sección Deportes
Gonzalo, estudiante de Comunicación y lector desde la infancia, remarcó: “de chico esperaba que mi papá termine con la parte principal para agarrar la sección Deportes. Después me lo leía entero. Siempre me gustó escribir, y estar acá me conecta con eso”, sostuvo.
Por los recuerdos y una investigación
“Mi abuelo compraba el diario todos los días. Cuando entré y vi los Números de Oro, me emocioné hasta las lágrimas. Él falleció hace unos años, pero leer el diario era uno de sus rituales. Estar acá es tenerlo cerca otra vez”, expresó Florencia, estudiante de Geografía. Se anotó para la visita apenas vio la nota en el sitio web. Y no solo por el recuerdo familiar. “Vinimos desde la facultad porque queremos usar el archivo para un trabajo de investigación. No sabíamos que existía esta riqueza”, remarcó.