El hallazgo de restos óseos humanos enterrados en la casa donde vivió Gustavo Cerati en Coghlan permitió resolver una denuncia por desaparición realizada en 1984 y que en ese momento había quedado en nada. También le dio una triste noticia a la familia de Diego, un joven de 16 años que ese año salió de casa y jamás regresó.
La muerte de Diego comenzó a resolverse de casualidad. Parte de su cuerpo fue hallado el 20 de mayo pasado cuando albañiles trabajaban en la construcción de un edificio en un lote situado en Congreo al 3700, lo que había sido una casa donde vivió, a principios de siglo, el líder de Soda Stereo.
Qué dijo el club donde murió la nieta de Cris Morena y Gustavo Yankelevich: "tragedia inimaginable"Tras el hallazgo de los huesos se inició una investigación que quedó a cargo del fiscal Martín López Perrando, que tuvo la colaboración del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). A fines de junio pasado, los peritos lograron determinar que correspondían a una persona del sexo masculino de entre 16 y 19 años y que había sufrido una muerte violenta.
“Se trató de una muerte violenta, sin dudas. No se sabe si la puñalada provocó la muerte, pero sí con certeza sabemos que el muchacho fue apuñalado. La herida cortopunzante estaba a la altura de la cuarta costilla, como por detrás del brazo. También hay signos de que el cuerpo intentó ser desmembrado”, explicó una fuente judicial a La Nación.
¿Quién era el joven NN encontrado en la casa donde vivió Cerati?
En julio de 1984, Diego, de 16 años, desapareció tras salir del colegio. La última vez que fue visto fue en la esquina de Naón y Monroe, en Belgrano. Era un joven responsable que jugaba al fútbol en el club Excursionistas y estudiaba en la ENET N° 36 y llevaba puesto su uniforme el día de su desaparición. Cuando no regresó, sus padres no pudieron hacer la denuncia en la comisaría 39. Su familia lo buscó incansablemente con panfletos y tratando de contactar a los medios.
Más de 40 años después, los 150 huesos hallados en el jardín de un chalet en la avenida Congreso 3742 fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Una prueba de ADN a su madre confirmó que pertenecían a Diego. El padre del joven, quien estaba convencido de que su hijo había sido secuestrado por una secta, murió sin saber qué pasó.