El gesto serio de Franco Colapinto al bajarse del auto no dejó lugar a dudas: fue una jornada difícil. El piloto argentino cerró la segunda práctica libre del Gran Premio de Hungría en el último lugar, y sus palabras reflejaron la preocupación que se vive dentro de Alpine.

“No nos encontramos. El equipo en general… nos está costando”, arrancó Colapinto, visiblemente agotado tras una jornada extensa de pruebas que no trajo mejoras. “Hay que entender el porqué esta noche. Hay que trabajar duro porque hoy estamos muy lejos”, declaró.

En la FP2, el oriundo de Pilar marcó un mejor tiempo de 1:17.159 y quedó 20°, a poco más de una décima de su compañero Pierre Gasly, quien también finalizó en el fondo. Ambos autos de Alpine estuvieron lejos del ritmo de los líderes y mostraron señales preocupantes a dos días de la carrera.

“Hay mucho por mejorar. Probamos cambios que capaz no funcionaron bien. Probamos diferentes caminos y tenemos que evaluar. Fue un día complicado”, resumió. La frase no apuntó únicamente a lo personal. La frustración también estuvo centrada en el rendimiento colectivo de la escudería.

Cuando se le preguntó por su propio andar, Colapinto fue honesto. “En lo personal, cuando empieza la sesión estoy adelante y me adapto rápido, pero después los otros mejoran y nosotros no. Nos cuesta salir a pista y mantenernos, nos caemos rápido y no mejoramos”, explicó, reconociendo una pérdida progresiva de rendimiento en comparación con sus rivales.

El diagnóstico fue claro y directo: “Estamos complicados”, cerró, sin vueltas.

La tercera práctica será este sábado desde las 7.30 y la clasificación a las 11. Por delante, un fin de semana que ya arrancó cuesta arriba para Alpine y para Franco, que buscará revertir la imagen antes del receso veraniego.