La licitación de deuda del Tesoro, clave para el Ministerio de Economía, dejó más preguntas que respuestas en el mercado. A pesar de convalidar tasas de hasta el 65% efectivo anual para absorber $9 billones, el Gobierno solo logró cubrir el 76% de los vencimientos.
Este resultado, calificado como agridulce, intensificó las dudas sobre la capacidad oficial para controlar la demanda de dólares, una preocupación latente desde julio y exacerbada por el fin de las LEFIs.
El gran interrogante en la City es si esta política monetaria fuertemente restrictiva, basada en tasas elevadas, será suficiente para sofocar las presiones cambiarias. La posibilidad de que, en cambio, incentive una mayor búsqueda de refugio en el dólar, especialmente tras las recientes intervenciones oficiales en el mercado, genera inquietud.
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, atribuyó el resultado del refinanciamiento al aumento en la demanda de liquidez provocado por la suba en los encajes bancarios, medida impulsada por el Banco Central (BCRA) para absorber pesos y frenar su influencia sobre el tipo de cambio.
El costo del ajuste y las divergencias en el mercado
Si bien el endurecimiento monetario podría ayudar a desacelerar la inflación, no está exento de costos. La suba de tasas, inevitablemente, impacta negativamente en una actividad económica ya debilitada.
Las opiniones en el mercado se polarizan en torno a tres puntos cruciales:
-Tasas vs. inflación: las Lecaps de corto plazo superan significativamente la inflación proyectada.
-Contención del dólar: persiste la duda sobre si este esquema será suficiente para contener la demanda de dólares, especialmente en el mercado de futuros.
-Volatilidad: la volatilidad de las tasas, según Delphos Investment, obliga a un monitoreo constante de la dinámica del dólar para definir estrategias de inversión.
¿Hacia dónde apunta el dólar?
Todas las miradas están ahora fijas en el comportamiento del dólar a corto plazo. Leo Anzelone, director del Cepec, señaló que el 24% de los vencimientos no renovados, a pesar de las tasas reales positivas, refleja cautela y un aumento de la liquidez. Advirtió que esos pesos “en juego” podrían presionar sobre el dólar CCL y MEP si buscan cobertura cambiaria en lugar de regresar a instrumentos CER o Lecaps.
Anzelone subrayó el riesgo de que la aversión de los bancos a prestarle al Tesoro, combinada con la intención oficial de evitar pesos sueltos, pueda tensionar el equilibrio fiscal y reabrir la puerta a la emisión para cubrir vencimientos.