En el corazón de Gran Canaria, entre paisajes de vértigo y barrancos escarpados, se alza uno de los enclaves naturales más fascinantes de España: el Roque Nublo. Este monolito volcánico de 80 metros de altura, situado en el municipio de Tejeda, es mucho más que una curiosidad geológica: es un símbolo de identidad para los canarios, un lugar de culto ancestral y uno de los mejores miradores naturales del archipiélago.
Con una altitud total de 1.813 metros sobre el nivel del mar, el Roque Nublo es la tercera cima más alta de la isla, tan solo superada por el Morro de la Agujereada y el Pico de las Nieves. Desde su cima, y siempre que el cielo esté despejado, los visitantes pueden disfrutar de una panorámica impresionante en la que, con un poco de suerte, se divisan varias de las Islas Canarias, incluida Tenerife, con el imponente Teide recortando el horizonte.
Un lugar sagrado convertido en joya natural
El Roque Nublo fue declarado Espacio Natural en 1987 y Monumento Natural en 1994. Está dentro del Parque Rural del Nublo, un área protegida que alberga algunos de los paisajes más icónicos del interior de Gran Canaria. La zona conserva formaciones rocosas de gran valor paisajístico como La Rana o el Roque del Fraile, que parecen esculpidas por gigantes.
Según estudios arqueológicos, el Roque Nublo fue también un lugar de culto para los aborígenes canarios, lo que refuerza su carácter simbólico y espiritual. Hoy, cientos de senderistas y viajeros lo visitan cada día, muchos de ellos para ver una de las puestas de sol más hermosas de España.
Cómo llegar al Roque Nublo
La ruta más popular para llegar a este monumento natural comienza en el aparcamiento de la Degollada de La Goleta, accesible por carretera y de uso gratuito. Desde allí parte un sendero de apenas 1,5 kilómetros hasta la base del Roque. Es un recorrido sencillo, bien señalizado, de dificultad baja y rodeado de un entorno natural de gran belleza.
Se recomienda llevar ropa de abrigo, sobre todo si se planea hacer la caminata al atardecer, ya que las temperaturas pueden bajar considerablemente en la zona alta de la isla. También es aconsejable llevar agua y algo de comida, aunque junto al aparcamiento suele instalarse un puesto donde se venden zumos naturales, café, helados y bocadillos típicos canarios, como el de queso o chorizo de Teror.
Qué ver y hacer en los alrededores
Si te has animado a subir hasta este rincón único del mundo, no te marches sin recorrer alguna de las rutas de senderismo del Parque Rural del Nublo. Una de las más recomendadas es la del Charco de la Paloma, que atraviesa la Culata de Tejeda, ofreciendo paisajes de postal a cada paso.
Y, por supuesto, una parada obligatoria es el pueblo de Tejeda, considerado uno de los más bonitos de España. Su encanto rural, su oferta gastronómica y sus vistas al Roque Nublo lo convierten en el complemento perfecto para una jornada de turismo en el corazón de Gran Canaria.
Roque Nublo no es solo una excursión: es una experiencia que conecta historia, naturaleza y espiritualidad. Una visita que permite tocar el cielo canario con las manos y llevarse, en la retina, una de las vistas más impresionantes de las Islas Canarias.