El cáncer de colon, una de las formas más comunes y mortales de cáncer, sigue cobrando miles de vidas al año. Sin embargo, también es uno de los más prevenibles si se detecta en etapas tempranas. La clave está en prestar atención a señales que muchas veces se ignoran o minimizan, especialmente aquellas relacionadas con los hábitos intestinales.

Un enemigo silencioso que se puede anticipar

El cáncer colorrectal se desarrolla en el intestino grueso y, en la mayoría de los casos, comienza con pólipos —pequeños crecimientos en la pared del colon— que pueden volverse cancerosos con el tiempo. El problema es que, en sus etapas iniciales, esta enfermedad suele ser silenciosa: no provoca dolor ni síntomas evidentes.

La historia de figuras públicas como la presentadora británica Deborah James, quien murió en 2022 tras luchar contra esta enfermedad, ayudó a visibilizar la importancia de detectar a tiempo las señales de alerta.

El síntoma ignorado: cambios en las heces

Uno de los primeros indicios que podrían anticipar la presencia de cáncer de colon es el cambio en las características de las heces. Esto incluye alteraciones en el color, la forma, la consistencia y la frecuencia de las evacuaciones.

Sangre en las heces, ya sea roja brillante o más oscura, puede ser una advertencia temprana.

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Diarrea, estreñimiento o cambios en la forma de las deposiciones que persisten más de tres semanas también deben tomarse en serio.

Dolores abdominales recurrentes, sensación de inflamación o evacuación incompleta pueden ser otros síntomas a no pasar por alto.

Pérdida de peso inexplicable, fatiga persistente o mareos también figuran entre las señales a las que se debe prestar atención.

Observar con detenimiento lo que ocurre al ir al baño, aunque incómodo, puede marcar la diferencia entre un diagnóstico temprano y uno tardío.

Quiénes están en mayor riesgo

Aunque el cáncer de colon puede afectar a personas de cualquier edad, existen factores que aumentan significativamente el riesgo:

Tener más de 50 años.

Dietas altas en carnes rojas y procesadas.

Consumo excesivo de alcohol y tabaquismo.

Vida sedentaria y obesidad.

Antecedentes personales de pólipos o familiares con diagnóstico temprano.

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Condiciones hereditarias como el síndrome de Lynch.

Por eso, es vital informar al médico sobre cualquier historial familiar de cáncer colorrectal.

La importancia del diagnóstico precoz

La buena noticia es que, cuando se detecta a tiempo, el cáncer de colon tiene altas probabilidades de curación. Las pruebas de detección como la colonoscopía, el test de sangre oculta en materia fecal o estudios genéticos en casos de riesgo elevado, son herramientas clave para anticiparse a la enfermedad.

Especialistas recomiendan comenzar los controles regulares a partir de los 50 años —o antes si hay antecedentes familiares— y no ignorar los síntomas que el cuerpo pueda estar enviando.

Una revisión puede salvar tu vida

La concientización, el control médico y la observación atenta de los cambios intestinales son los pilares de una estrategia efectiva contra el cáncer de colon. Lo que muchos consideran un detalle menor —como una alteración en la forma o color de las heces— puede ser el primer aviso de una enfermedad grave.

Mirar, registrar y consultar a tiempo puede marcar la diferencia. En la prevención del cáncer de colon, los pequeños síntomas son las grandes señales.