España ha entrado oficialmente en la canícula, el período más caluroso del año, que se extiende entre el 15 de julio y el 15 de agosto. Durante estas semanas, el calor alcanza niveles sofocantes en gran parte del país, con temperaturas máximas por encima de los 35 ºC y mínimas que, incluso por la noche, no bajan de los 20 ºC.
Aunque no siempre coinciden con los días de mayor temperatura extrema, estas fechas concentran las jornadas más calurosas del calendario debido a una combinación de factores astronómicos y meteorológicos. Según explican desde Meteored, este fenómeno se da en pleno verano del hemisferio norte, cuando el sol sigue incidiendo con fuerza sobre un suelo ya recalentado tras semanas de exposición solar. Este “efecto acumulado” potencia aún más el calor ambiental.
El cambio climático triplicó las muertes por calor en Europa, según un estudioEl meteorólogo Nacho Espinós destaca que la palabra canícula tiene un origen astronómico: “Está relacionada con la estrella Sirio, que antiguamente se asociaba al calor”. Sin embargo, hoy en día, la meteorología utiliza el término para referirse al período con las temperaturas medias más elevadas del año.
Durante la canícula, se suman condiciones como cielos despejados, escaso viento y masas de aire cálido en altura, lo que impide que se produzca un refresco natural durante las noches. Por eso, los valores térmicos se mantienen altos de forma sostenida tanto de día como de noche, especialmente en las zonas del interior peninsular.
¿Qué aparato consume menos? aire acondicionado en modo calor, caloventor o calefacciónEn el contexto actual de crisis climática, este fenómeno cobra una dimensión aún más preocupante. “No solo porque las temperaturas son más extremas, sino también por el aumento en la frecuencia y duración de las olas de calor”, advierten los expertos.
Ante este escenario, las autoridades sanitarias recomiendan extremar las precauciones: hidratarse adecuadamente, evitar la exposición directa al sol entre las 12 y las 18 horas, vestir ropa ligera y permanecer en lugares frescos o climatizados. La canícula ha comenzado, y con ella, la necesidad de cuidarse más que nunca.