En un escenario de tensiones comerciales y desafíos políticos, Argentina se prepara para ser anfitriona de la cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, donde el presidente Javier Milei cederá la presidencia pro tempore al mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. La cita, que reunirá a los principales líderes de la región, se centrará en temas cruciales como aranceles, acuerdos comerciales y la compleja relación entre los miembros del bloque.

Si bien el Gobierno argentino asume su rol de anfitrión, fuentes oficiales indicaron que la cumbre tendrá un perfil estrictamente "institucional", evitando cualquier despliegue ostentoso. 

La reunión se desarrollará mañana en el Palacio San Martín, sede de la Cancillería, y contará con la presencia de Lula da Silva (Brasil), Yamandú Orsi (Uruguay), Santiago Peña (Paraguay), Luis Arce (Bolivia) y Gabriel Boric (Chile).

Frialdad, sin encuentros individuales

La frialdad en el trato se extiende a la agenda bilateral: hasta el momento, no se han programado encuentros individuales con ninguno de los mandatarios, exceptuando quizás a Peña, con quien Milei mantiene una relación más cercana.

La relación con Lula da Silva presenta matices particulares, marcada por diferencias ideológicas. La posible visita de Lula a Cristina Kirchner durante su breve estadía en Buenos Aires añade un condimento político extra.

Brasil llega a la cumbre con una serie de demandas que podrían generar fricciones con el Gobierno argentino. La insistencia brasileña en fortalecer las políticas de derechos humanos y promover un "Mercosur verde" contrastan con la postura más liberal y menos intervencionista de la administración Milei. A pesar de estas diferencias, Milei y Lula deberán cumplir con el protocolo y la foto oficial del traspaso de la presidencia.

El Mercosur debate los puntos clave

Hoy, el Consejo del Mercado Común (cancilleres) y el Grupo Mercado Común (ministros de Economía y presidentes de bancos centrales) se reunirán para preparar el terreno para la cumbre presidencial. 

El foco estará puesto en la ampliación de la lista de productos con excepciones al Arancel Externo Común (AEC). En reuniones anteriores, los cancilleres habían acordado ampliar temporalmente esta lista hasta 50 códigos arancelarios por país.

La embajadora de Brasil, Gisela Padovan, reconoció que la aceptación de la rebaja arancelaria por parte de su país fue una "concesión" a Argentina, atendiendo a la situación global y las necesidades del comercio internacional.