El cierre de “Experiencia Innovación Sostenible”, realizado por LA GACETA junto con Agencia I en el hotel Hilton Garden Inn, tuvo la voz esperanzadora de Sofía Contreras, la fundadora y CEO de Mastery Haus, desde donde colabora con empresas y ciudadanos.
La autora del bestseller “Pasar a la acción” está convencida en la posibilidad del cambio para un futuro inclusivo para todos, lo que requiere de un compromiso individual y no quedarse en la mirada de que el impulso debe comenzar en el otro. Liderazgo, resiliencia y motivación son palabras que circularon como ejes en su charla y que abundan en sus posteos en las redes sociales.
Reconoció que la incertidumbre forma parte del territorio que se está atravesando, y que para superarla debe trabajarse en lo individual, con interacciones humanas que traccionen en común como herramienta que permita superar todo miedo humano al cambio.
“Mientras más energía tengan, más energizada estaré yo”, alentó al público al anunciar una charla con preguntas y respuestas que se transformarán en cuestiones prácticas. “El libro me llevó tres años y pasaron muchas cosas: abrí una empresa, la cerré y abrí otra; contraté y despedí empleados; estuve y dejé de estar en pareja, murió mi padre… el libro que empecé a escribir no fue el que terminó, hubo una destrucción y construcción con la idea de que sea un manual de uso, no de lectura, que se lo tache y subraye. Es una prueba indiscutible de que todo lo que está ahí adentro funciona, no es una habilidad especial sino una metodología, una forma de ver el mundo y un sistema que nos ayuda a alcanzar lo que nos proponemos. Pero hay que ser constante, lo más difícil es accionar de manera recurrente, no una vez”, comenzó.
Tips para alcanzar tus metas
Para alcanzar sus objetivos postuló distintos pasos sucesivos:
-Crear un futuro macro, para adueñarse de lo que pasará en la semana
-Crear un futuro micro, al definir qué es lo prioritario en ese día con un puñado de acciones a concretar
-Operar a nivel atómico con una acción por vez, de un tamaño que se pueda empezar y terminar en una misma sesión
-Potenciar lo químico, tachar, marcar o cerrar la tarea realizada, lo que libera dopamina
-Evaluar la mejora diaria conseguida, para ajustar en un aprendizaje validado
Pero esa síntesis es la consecuencia de un proceso desafiante. “Antes de todo cambio, hay que ponerse la máscara de oxígeno. No podemos ayudar a otro si antes no nos ayudamos nosotros mismos. La consecuencia es vivir la vida que creás y que deseás, tomar noción de que cada uno construye lo que vivimos, decidimos y accionamos. El libre albedrío está; pero tenemos la capacidad de decidir más allá del contexto y de lo que nos pidan, es una pequeña metodología que debemos implementar. Al final del día, nadie lo hará por vos, uno se salva a sí mismo y de ese modo habilitará a otras personas que lo hagan”, instó.
Contreras reivindica la importancia “del compendio de emociones que nos atraviesan, porque son indicativos de en qué lugar estamos; una no debe tapar a la otra, porque nos dan muchísima información, incluso el atravesar el dolor para llegar al camino del optimismo y el progreso aunque en un sube y baja, por lo que se debe saber cuánto dolor estás dispuesto a soportar, porque de eso también está compuesto la vida”. “Pensá en un tarea de tu vida en la que has mejorado con esfuerzo, y asimismo ejercitá el no hacer nada, el placer de perdernos, de simplemente disfrutar, porque la vida es un juego entre el mundo interior y el accionar exterior, el que posibilita alcanzar lo que querés”, añadió.
Su claridad alcanzada fue consecuencia de un camino individual con muchas alternativas, que la llevó incluso a entrar en crisis cuando se dio cuenta de que estaba en la supuesta cúspide de su carrera como CEO de un gran fondo de inversión y era profundamente infeliz. “Toda mi vida era mi trabajo, mi identidad estaba centrada en lo laboral. La versión del éxito puede ser la plata, la fama, tener un cuerpo hegemónico, ejercer poder, conseguir sellos de instituciones educativas. La idea de que mientras más trabajo, más exitoso soy, es un viejo guión a romper, es una construcción. No hay nada peor que llegar a una meta y darnos cuenta que no era la nuestra. Mi propósito hoy es compartir conocimientos que ayuden a la gente, lo definí mirando hacia atrás. Cuando decidí irme, estuve triste un buen tiempo hasta que empecé a crear contenido para evitar que la gente se funda; fueron dos años de mucha constancia hasta que exploté en Instagram. Perseguí una idea de éxito alineada con mi ser”, señaló. El resultado fue profesionalizarse como speaker y abrir una academia, por la cual ya pasaron 18.000 personas en tres años, aparte de su libro.
Microporpósitos
La autora plantea la importancia de “encontrar los microprópositos de cada jornada, definir las prioridades y las metas y mantener el foco en el hoy y en lo inmediato, porque no sabemos dónde nos va a llevar la vida, pero es seguro que en la acción será por caminos muy diferentes a los pensados”. “Puede ser cualquier cosa, lo importante es qué querés hacer cuando te vayas de acá y las acciones que vas a hacer para concretarlo. Claro que habrá un imprevisto, pero si eso pasa varias veces, es que no aprendí ni presté atención”, advirtió.
Como ejemplos identificó las experiencias del tenista André Agassi, por ejemplo. “Cuando ganó Wimbledon, lloró de tristeza porque se dio cuenta que no importaba lo que hiciera nunca iba a ser feliz; se derrumbó y en un año volvió a estar top ten, porque se había endeudado por millones de dólares en un proyecto de escuelas en comunidades desfavorecidas, que se transformó en su verdadero propósito”, mencionó. Otra experiencia citada fue la del actor Jim Carrey (“se escribió un cheque a sí mismo fechado a 10 años por U$S10 millones, y antes de que se venza la fecha cobró ese monto por ‘Tonto y retonto’”, dijo.
Entre sus consejos, compartió que “el primer paso para lograrlo algo es escribirlo, porque el cerebro lo procesa mejor; tu cabeza se llena de no, eso nos protege para no decepcionarlos si no se alcanza, pero hay que empezar a correrlos y encontrar los sí; tenemos el poder de crear realidad, para lo cual ayuda el pensar en mi día ideal (en si caso es despertarme sin despertador, lo que significaba que no podía trabajar para otras personas sino para mí misma); accionar hacia ese objetivo; saber qué no queremos que qué sí en nuestras vidas y ser conscientes de que se puede ser feliz todo el tiempo”.
“El éxito dura un ratito, lo importante es qué hacemos en el medio. La vida se compone de los días regulares, no de los excepcionales, y se determinó que nuestra capacidad para avanzar en línea recta depende de ver las señales en el horizonte, nada nos indica el camino correcto. La cuestión es mandarse; en el fondo, una cuestión de fe porque todos estamos perdidos, tenemos una única vida y nos preocupamos por cosas que son de nuestra imaginación la mayor parte del tiempo. La única manera de encontrar nuestro gran propósito es viviendo la vida, y mientras lo hacemos prestar atención, así van a encontrar algo. Y cuando salgan de aquí, que accionen en hacerlo”, asevera en el cierre de su exposición, entre agradecimientos y aplausos de un auditorio que terminó especialmente motivado.