Una imagen de Google Earth mostró algo poco convencional en las profundidades gélidas de la Antártida. En medio de la masa blanca, una impresionante formación piramidal capturó la atención del mundo. Esta silueta geométrica detectada, que evoca las ancestrales pirámides de Giza, desató una oleada de especulaciones en internet. Desde creaciones extraterrestres hasta ruinas de civilizaciones perdidas o incluso simulaciones de inteligencia artificial, las teorías no tardaron en circular, generando un gran revuelo global.

Hallaron una huella dactilar de 43.000 años de antigüedad, la más primitiva hasta ahora

Este fascinante hallazgo, que inicialmente desafió la lógica y la imaginación, fue finalmente desvelado por la ciencia. Y aunque no se trata de teoría sobrenaturales, la explicación es tan sorprendente como lógica, silenciando los mitos y ofreciendo una perspectiva única sobre el poder de la naturaleza.

Una obra maestra de la naturaleza

A pesar de la curiosidad y las hipótesis que surgieron en redes sociales, los expertos fueron claros: se trata de una montaña tallada por la propia naturaleza. El profesor Eric Rignot, de la Universidad de California, explicó en el medio Gizmodo en Español que esta estructura se formó durante millones de años por vientos helados y tormentas que azotan constantemente la región. La combinación de hielo, nieve y roca, junto con la implacable acción del clima extremo, dio lugar a una forma que, aunque parezca construida, es en realidad una obra del azar natural. 

Si bien este tipo de formaciones no es único en el planeta, su perfección geométrica es excepcionalmente rara, como si hubiera sido realizada bajo los planos de un arquitecto. Esto contribuyó a su impacto masivo al volverse viral y dio testimonio del inmenso poder transformador que posee nuestro entorno natural.

El fenómeno nunatak al descubierto

Lo que muchos usuarios de internet percibieron como una "pirámide artificial", la geología lo identifica con un término específico: nunatak. Este vocablo se utiliza para describir "cualquier pico montañoso que sobresale de un glaciar o campo de hielo". En este caso particular, la formación es parte de una vasta cordillera que se extiende por más de 400 kilómetros de largo y casi 50 de ancho, por lo que no es inusual que algunas cimas emerjan con formas imponentes.

El geólogo Mitch Darcy, del Centro Alemán de Investigación en Geociencias de Potsdam, detalló en la revista IFL Science que los procesos naturales como la congelación, la erosión y los ciclos naturales de los glaciares son los responsables de esculpir estos paisajes monumentales. Según Darcy, la apariencia piramidal no es más que una coincidencia visual generada por el entorno y el tiempo.