Estados Unidos implementó una nueva política que obliga a los solicitantes de visas estudiantiles a configurar sus redes sociales como públicas. Esta medida, anunciada por la Embajada del país del norte en Argentina a través de su cuenta oficial en X, afecta a quienes tramiten visas de no inmigrante de tipo F (estudios académicos), M (programas vocacionales) y J (intercambios culturales). La exigencia, de cumplimiento inmediato, se fundamenta en razones de seguridad nacional, según indicaron las autoridades.
De acuerdo con el comunicado, las redes sociales en modo público permitirán una verificación más eficiente de la identidad y la admisibilidad de los solicitantes. El tuit oficial enfatiza que “cada visado es una decisión de seguridad nacional”, en un contexto en el que la vigilancia digital se ha convertido en una herramienta clave del control migratorio.
Esta disposición también marca la reanudación de las entrevistas y el otorgamiento de visas estudiantiles, suspendidos temporalmente desde el 27 de mayo. Las restricciones actuales se enmarcan dentro de una política migratoria más rígida promovida por la administración de Donald Trump. Durante su gestión, el Departamento de Estado canceló miles de visas, entre ellas las de estudiantes internacionales que participaron en manifestaciones pro palestinas en universidades estadounidenses, como parte del rechazo a la ofensiva israelí en Gaza.
Macron vincula la violencia juvenil con las redes socialesAdemás, el Gobierno estadounidense ha intensificado la presión sobre instituciones académicas como Harvard, a la que acusa de fomentar discursos progresistas o antisemitas, llegando incluso a amenazar con la suspensión de fondos federales y con limitar el ingreso de estudiantes extranjeros.
La Casa Blanca justifica estas medidas alegando motivos de seguridad nacional, en especial para detectar expresiones de odio, antisemitismo o vínculos con el terrorismo. Sin embargo, las nuevas reglas han generado un fuerte rechazo entre organizaciones defensoras de derechos civiles y digitales, como la ACLU, que denuncian un intento de censurar el discurso político de los estudiantes.
Appstinence, el plan de Harvard para soltar las redes sociales y el celularCríticos sostienen que la obligatoriedad de exhibir públicamente el contenido de las redes sociales podría desalentar a los solicitantes de expresar opiniones políticas, especialmente en un momento de alta conflictividad en los campus universitarios debido a la guerra en Gaza. El seguimiento de la actividad digital también abre interrogantes sobre la privacidad y la libertad de expresión.
Un cable interno filtrado por el medio “Político” confirmó que los funcionarios consulares deberán realizar un análisis exhaustivo del comportamiento en línea de cada solicitante antes de otorgar la visa, consolidando así un sistema de control sin precedentes sobre la vida digital de quienes desean estudiar en EE.UU.