El recrudecimiento del conflicto entre Irán e Israel encendió las alarmas a nivel global. La posibilidad de una escalada bélica más allá de Medio Oriente preocupa tanto a gobiernos como a la opinión pública internacional. En diálogo LA GACETA, Macarena Sabio, licenciada en Relaciones Internacionales, aportó una mirada clara y crítica sobre la situación, sus alcances y las posibles consecuencias.

“Este conflicto va a escalar, va a salir de esa región y puede llegar a otros ámbitos. Como dijo el canciller ruso, está más cerca una tercera guerra mundial”, dijo Sabio.

El ataque sorpresa de Estados Unidos contra Irán durante el fin de semana conmocionó al mundo. La experta reconoció que la situación sorprendió incluso a los analistas más experimentados. Sin embargo, su lectura invita a la cautela.

“Desde mi perspectiva, no creo que se vayan a involucrar más actores, al menos por ahora. Todo indica que el conflicto, si bien grave, se mantendrá dentro de ciertos límites regionales”, explicó.

La postura de las grandes potencias también es un factor clave. Rusia, por ejemplo, mantiene una relación histórica con Irán, en parte por la presencia de una importante comunidad rusa en ese país. A su vez, el frente de guerra abierto con Ucrania limita su capacidad de intervención directa.

“Rusia está en otra guerra, y pese a su alianza con Irán, no creo que se sume a este conflicto de forma activa en el corto plazo. Lo mismo aplica para China, un país que históricamente evita inmiscuirse en enfrentamientos armados fuera de su área de influencia”.

Uno de los focos estratégicos a seguir, según la especialista, es el Estrecho de Ormuz, por donde transita más del 30% de la producción petrolera mundial. “Irán ha amenazado con cerrarlo, algo que no le convendría, pero que podría usar como herramienta de presión geopolítica más que militar”, adviertió.

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¿Y América Latina?

En relación con América Latina y, en particular, Argentina, Sabio recordó los antecedentes de los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA en la década del 90, tras el alineamiento del país con Estados Unidos en la Guerra del Golfo. Si bien no cree probable una réplica inmediata, reconoce que los riesgos existen.

“Siempre hay un margen de probabilidad. Irán está debilitado, y sus grupos aliados, como Hezbolá, han perdido fuerza. Pero los antecedentes obligan a extremar las medidas de seguridad, especialmente en instituciones vinculadas a la comunidad judía”.

La amenaza latente y los alineamientos internacionales actuales -incluido el fuerte respaldo del gobierno argentino a Israel- hacen que el riesgo de ataques indirectos no pueda ser descartado por completo.

Para Sabio, la situación también expone una crisis de credibilidad en los organismos internacionales.

“Estos conflictos han dejado en evidencia la obsolescencia de la ONU. No pudo controlar el programa nuclear iraní, ni impedir que Estados Unidos e Israel actuaran de manera unilateral. Hoy prima el interés nacional por encima del sistema de seguridad colectiva”.

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En este marco, sostuvo que el mundo se mueve bajo una lógica cada vez más “realista”, donde las potencias priorizan su seguridad y poder por encima de acuerdos multilaterales.

Información y desinformación en tiempos de guerra

Finalmente, Sabio remarcó la importancia de acceder a información confiable en un contexto plagado de fake news y teorías conspirativas. “Es fundamental verificar la información con dos o tres fuentes serias. Las redes sociales viralizan versiones sesgadas. La geopolítica no se entiende en blanco y negro. Siempre hay matices, y para comprenderlos, hay que informarse con criterio”.