India Ortega nació bajo el brillo de los reflectores. Nieta de Palito Ortega y Evangelina Salazar, e hija del músico Emanuel Ortega y la exmodelo Ana Paula Dutil, creció entre estudios de grabación, desfiles y cámaras encendidas. A los 19 años, India busca su propio rumbo entre la música, el modelaje y la moda, donde va armando un camino con sello propio. Con sangre tucumana en las venas, es una artista en desarrollo y con un gran futuro por delante.

Después de grabar su programa en el streaming de Multitalent, donde forma parte del equipo de No lo piensen tanto, India nos recibió para una charla íntima con La Gaceta Lifestyle. Amable, educada y generosa en cada respuesta, nos habló de su vida, de sus miedos, y sobre cómo fue crecer viendo a su familia bajo las luces del escenario.

Esta nota es apenas un adelanto: el próximo miércoles a las 14 h, en el programa de televisión de LG Lifestyle, vas a poder ver la entrevista completa.

- ¿Quién es India Ortega y a qué te dedicás?

- Uy, qué pregunta... Me gusta mucho la música. En mi familia todos nos dedicamos a algo artístico: sea la música, el cine, la actuación, lo que sea. Me vine a vivir a Argentina hace cuatro años. Desconecté bastante de la música y recién este año siento que estoy empezando a enfocarme más en mí, a reconectar con la India que era hace cuatro años.

Estoy con la música, me dedico al modelaje, soy parte de la agencia Multitalent, también trabajo con mi mamá como diseñadora de interiores. Le encontré algo parecido a la moda, porque tiene que ver con lo estético, y eso me encanta. Así que estoy haciendo un poco de todo, aprendiendo por todos lados. Ahora también estoy en un streaming que tenemos acá atrás, “No lo piensen tanto”, de mi agencia, junto a un grupo de amigas. Estoy buscando cuál es mi lugar, probando.

- Tu faceta de artista viene de familia. ¿Desde qué edad sentís que te inspiraron?

- Mi abuelo siempre nos llamaba al escenario desde chiquitos. Entre los primos, yo era la primera que quería estar arriba porque me encantaba: me encantaba la gente, me encantaba sentir eso. Hoy en día me da vergüenza, me cuesta subirme a un escenario. Me encantaría tener las ganas que tenía antes... las ganas las tengo, pero me falta perder la vergüenza.

Mi papá trabajaba desde casa, tenía un estudio. Desde chiquita lo escuchaba todos los días, las 24 horas. Ver a mi abuelo, a mi papá, a mi tía... siempre hubo música a mi alrededor. Me pasaba cantando en la ducha, antes de dormir. Me encanta escribir, pero me cuesta poner lo que escribo en formato canción. Siempre me costó eso.

Desde chica tocaba el ukelele, porque me pareció lo más fácil de aprender. Veía a mi abuelo en el escenario y decía: “Yo quiero eso, quiero ser como él”. Y después pensaba: “Mi papá arrancó a los 15 años, yo también quiero”. No se pudo, pero se me va a dar en algún momento. Igual él me dijo: “Yo te recomendaría que no arranques a los 15”. Aunque está agradecido por lo que vivió, siente que perdió mucha parte de su infancia por estar de gira por el mundo. Se perdió la vida de ser un niño que va y viene. Entonces me recomendó que espere un poco más.

- ¿Tenés algún recuerdo marcado del primer concierto de tu abuelo?

- No sé cuál fue el primero, pero sí me acuerdo que siempre iba con las coristas, me aprendía los bailes. Nunca me voy a olvidar de esos pasitos. Las chicas eran un amor conmigo. Una vez vino a cantar a mi colegio y fue re lindo: ver a todos mis compañeritos mirando a mi abuelo, y yo ahí bailando con él... muy especial.

Él sabía que eso era mi pasión y me acompañó. Me dijo: “¿Sabés qué? Vos vas a estar acá conmigo en el escenario”. Y así fue. Me ayudó a dar ese primer paso, a animarme. Estoy muy agradecida.

- ¿Cómo son los domingos familiares? ¿Hay mucha música?

- Sí, somos todos artistas y todos hacemos algo. Todos los domingos mi abuelo hace un asado. Si está de gira, bueno, no, pero si no, hay asado seguro. Siempre sale la guitarra, siempre se canta. Hablamos de películas, de proyectos de actuación... hay conversaciones interesantes. Está muy bueno.

- Viviste diez años en Miami. ¿Cómo fue volver?

- Viví allá desde los cinco hasta los 15 años. Es toda una vida. Mis amigos, mi experiencia, todo era distinto. Me costó adaptarme, son dos realidades completamente distintas. Pero hoy elijo vivir en Argentina. Acá la gente, la calidez, lo familiar... eso no lo tenía allá.

En Estados Unidos la gente es más fría, es difícil generar vínculos reales. Mis amigos eran de todas partes del mundo menos de Estados Unidos. Extraño algunas cosas, pero hoy estoy agradecida de tener a mi familia cerca. Allá veía a mis abuelos una vez por año. Hoy los puedo llamar y decirles: “Voy a comer a tu casa”, y en unas cuadras ya estoy ahí.

- ¿Cómo es tu relación con tu mamá?

- Mi mamá es mi mejor amiga, cien por ciento. Siempre me acompañó, incluso en sus peores momentos. Siempre me apoyó en mis sueños. La admiro muchísimo. No paró nunca, siempre estuvo para sus hijos, para su familia, para quien necesitara.

Hoy trabajamos juntas y nos llevamos muy bien. Ella me acompañó mucho en el proceso de irme a vivir sola. Fue la primera que me dijo: “Estoy acá y lo que quieras hacer, lo hacemos juntas”. Vivió cosas muy duras en los últimos años, y sin embargo siguió siendo mi madre y cuidándome. Eso lo valoro muchísimo. Otra persona podría haberme dejado tirada, y ella no lo hizo.

- ¿Te enseña ella a modelar?

- Sí, totalmente. Cuando empecé, fue ella la que me decía: “Parate derecha frente al espejo”. Para mi primer desfile en Argentina me dio sus tacos, me puso libros en la cabeza y me hizo caminar. Seguro que los vecinos de abajo me odiaban, pero siempre me ayudó. Me enseñó a posar, a estar frente a cámara. Era como en Diario de una princesa, literal. Yo era la princesa y ella me decía: “Un poquito más derechita, el mentón así, la cabeza allá…”.

- ¿Hace cuánto estás en Multitalent?

- Hace un año y medio, casi dos. Estoy muy contenta. Es una agencia que no se enfoca solo en moda. Te ayudan con tus sueños, sea actuar, cantar, bailar, conducir... lo que quieras. Está en el nombre: Multitalent. Son como una familia. Paul y Willy, los dueños, te escriben, te invitan a charlar, te preguntan cómo estás, qué querés cambiar o mejorar. Mi booker es familiar mío, por parte de mi abuela, así que muy loco todo eso.

Ahora justo estamos renovando el contrato con Sarkany. Ya fui la cara del perfume dos años y vamos por el tercero.

- ¿Cuáles son tus próximos proyectos?

- Este año me encantaría sacar una canción. Nunca lo hice y me da miedo, tengo canciones escritas pero no me animé a mostrarlas. Me da miedo la crítica, pero alguien siempre te va a criticar. Es imposible que no lo hagan.

También quiero enfocarme más en el modelaje, que lo dejé un poco de lado. Quiero mostrarme más, mostrar lo que puedo hacer y lo que estoy dispuesta a hacer. Más a futuro, tengo muchas ganas de tener una marca de ropa. Me fascina la ropa. Este año no, porque es un proceso larguísimo, pero tengo muchas ganas.

Entrevista completa próximo miércoles 14 hs después de La Gaceta Central